martes, 2 de agosto de 2011

"PERO....SOLO TENGO ESTO, SEÑOR.

Se dice que:
    Cuando los pastores se alejaron y la quietud vovió, el Niño del Pesebre levantó la cabeza y miró la puerta entreabierta.
Un muchacho joven, tímido, estaba allí, temblando y temeroso.
   -Acércate le dijo Jesús, ¿por qué tienes miedo?
   -No me atrevo......no tengo nada para darte.
   -Me gustaría que me des un regalo, dijo el recién nacido.
El joven intruso enrojeció de verguenza y balbuceó;
   -De verdad no tengo nada...nada es mío, si tuviera algo, algo mío te lo daría.....
   -Mira....
Y buscando en los bolsillos de su pantalón andrajoso, sacó una hoja de cuchillo
herrumbrada que había encontrado.
   -Es todo lo que tengo, si la quieres te la doy....
   -No, -contestó Jesús...
   -Guárdala. Querría que me dieras otra cosa. Me gustaría que, me hicieras tres regalos.
   -Con gusto dijo el muchacho pero....¿qué?
   - Ofréceme el último de tus díbujos...el chico, cohibido, enrojeció.
   -Se acercó al pesebre y, para impedir que José y María lo oyeran, murmuro algo al oído del niño Jesús...
   -No puedo...mi díbujo es horrible....¡nadie quiere mirarlo...!
   -Justamente, por eso lo quiero...siempre tienes para ofrecerme lo que los demás rechazan y lo que no les gusta de ti. Además quisiera que me dieras tu plato.
   -Pero...¡lo rompí esta mañana! tartamudeó el chico.
   Por eso lo quiero...Debes ofrecerme siempre lo que está quebardo en tu vida, Yo quiero arreglarlo...
Y ahora insistió Jesús....
   -repíteme la respuesta que le diste a tus Padres, cuando te preguntaron como habías roto el plato.
   -El rostro del muchacho se ensombreció, bajo la cabeza avergonzado y, tristemente, murmuró:
   Les mentí...Dije que el plato se me cayó de las manos, pero no es cierto...¡estaba enojado y, lo tiré con rabia!
   -Eso es lo que quería oírte decir, dijo Jesús,
   -dame siempre lo que hay de malo en tu vida, tus mentiras, tus calumnias, tus cobardias. Yo voy a descargarte de ellas...No tienes necesidad de guardarlas...
---Quiero que, seas feliz y siempre voy a perdonar tus faltas.
   -A partir de hoy me gustaría que vinieras todos los días a mi Casa.

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