domingo, 26 de diciembre de 2010

Tema de Agradecimiento: DE VUELTA A CASA.

    Cuando todo terminó en casa de Zacarías y de Isabel, es decir, depués de que hubiera nacido Juan y de que su Padre Zacarías, hubiera recobrado el habla que había perdido a causa de su poca fe, el Evangelio nos dice que María se volvió a su casa.
    El regreso a Nazaret no sólo tenía, si cabe, más peligros que el viaje de ida desde su Pueblo a Ein Karem, pues María estaba más adelantada en su embarazo y era por eso más frágil. Es que, además, no podia dejar de pensar en el ánimo de la jovencita cómo sería su entrada en el Pueblo.
Cualquiere que viva o haya vivido en una localidad pequeña sabe hasta qué punto se suele ser cruel con loc comentarios  y con los cotilleos.
    Personas en otros aspectos buenísimas, no suelen evitar convertirse en fustigadores de todo aquel que hace algo no digo ya malo sino que, simplemente, se sale de lo normal.
    El "que diran" alcanza en los pueblos la fuerza de ley, de una ley no escrita pero más inexorable que aquellas  cuyo cumplimiento está protegido por la policía. No me cabe la menor duda de que María fue víctima de esas lenguas que, en nuestreo país, llamamos, con humor, de "doble filo". ¡Cuántas cosas debieron decir de Ella, aquellas comadres de Nazaret cuando la vieron aparecer con la señal del embarazo en su cuerpo y todavía soltera! ¡Cómo disfrutarían ellas, y ellos, acostumbrados a revolcarse en el pecado al poder echar algo de lodo en la limpia figura de la que había tenido, sin duda, la mejor fama de todo el pueblo!. ¡Cuánto debieron sufrir también Joaquín y Ana, los Padre de la Virgen, y hasta el mismísimo José, su novio!.
    La primera lección que nos da, pues, este pasaje de la vida de La Virgen es la necesidad de no  juzgar, o al menos de no hacerlo basándonos sólo en las apariencias. 
Hay que conocer todos los detalles de un caso para poder emitir un juicio certero. Y, como eso suele ser difícil, el Evangelio nos recomienda que dejemos esa tarea para Dios, el único Juez, el único que penetra en lo escondido de la conciencia humana y sabe de verdad lo que ha ocurrido.
    Naturalmente, estas críticas yseguramente las pullas que debió soportar, no le hicieron a María retroceder. Y aquí viene la segunda lección: La Virgen se nos muestra como una Mujer Entera, Madura,  que tiene sus objetivos, sus pricipios, y que no los modifica en función de lo que diga la gente, de la presión del entorno. Eso en una época como la nuestra, la convierte en un modelo excepcional. ¡Cuántas muchachas embarazadas deciden abortar simplemente para no tener que enfrentarse con el mal trago de decírselo  a sus padres, a sus amigas o en el trabajo! Ante los problemas -que en el caso de la mayoria, ellas mismas se han buscado-, echan mano de lo que Papa llama la "cultura de la muerte"; resuelven las dificultades por la vía fácil y degradante de matar al que molesta, aunque el que molesta sea un ser tan inocente como un Bebé y, aunque el que molesta sea su propio hijo. Nada de eso hizo La Virgen. Plantó cara a los cotilleos, se los ofreció a Dios como si fueran el mejor regalo que podía darle al que era lo más importante en su vida, y sigui a delante. Sus Padres y el mismo José -después de la revelación hecha por el ángel- la apoyaron, pero si así no hubiera sido, Ella habría hecho su pequeña maleta y se habría marchado de aquel pueblo de chismoso antes que entregar a la muerte al fruto de sus entrañas.

Propósito: Agradecer a Dios el valor que tuvo la Virgen para afrontar las criticas y aún el riesgo de morir apedreada por ser la Madre de Dios. Intentar no herir nosotros con nuestras criticas a nadie.

Palabra de Vida: Salvar La Familia.

"Levantate y toma al niño y a su Madre y huye a Egipto y estate allí hasta que yo te lo diga, porque ha de acontecerque Herodes busque al Niño para matarle". (Mt 2, 13-15)
    La fiesta de La Sagrada Familia, que la Iglesia siempre sitúa en el primer Domingo después de la Navidad, nos invita a reflexionar sobre la vida familiar que cada uno está llevando, entendiendo por familia también a los Ancianos y a los Tíos, y sólo a los propíos Hijos o a los Esposos. En este caso, el texto elegido por la Iglesia es el de la huída a Egipto, y por lo tanto, nuestra mediatción y nuestra práctica debe ir dirigida a ver qué siruciones de peligro hay para nuestra familia en particular y para la familia en general.
    Todos sabemos que hoy la familia atraviesa una gran crisis, con muchos problemas derivados de la incertidumbre acerca de cuál es el papel que deben jugar los Padres, cuál el de los Hijos y cuáles son los límites de los derechos de unos y otros. No es fácil la convivencia y por eso son cada ves más el número de familias rotas. Por eso, el objetivo de esta semana es el construir o reforzar las relaciones de amor partiendo del respeto a los derechos del otro sin que eso signifique abdicar de los derechos propios. Para ello conviene conjugar dos principios básicos. El primero es el de que toda convivencia implica sacrificio, aunque también lleva añeja la existencia de buenos momentos; no se puede pretender vivir en familia sin Amor y no se puee pretender Amar sin aceptar la cruz; además, si se elige no vivir en familia, hay que tener en cuenta que también  ahí hay sacrificios, el de la soledad por ejemplo.
    El segundo principio es el de que todo tiene un límite y cuando ese límite se sobrepasa se pueden recurrir a medidas extraordinarias que la Iglesia permite; pero hasta llegar a ese límite normalmente hay un largo camino que hay que rcorrer, con paciencia, con gemerosidad, con inteligencia.
Propósito: Hacer todo lo posible para que reine la armonía en la propia Familia y también luchar para que la Familia en general sea defendida por las leyes civiles. 

viernes, 17 de diciembre de 2010

Llevar A María A Casa. DOMINGO 4 DE ADVIENTO.

     "José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en Ella viene del Epíritu Santo". Cuando José se depertó hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevo a casa a su Mujer". (Mt 1, 18-24)
                                                                                                                                                                         
     No fue fácill para San José aceptar la noticia de que su mujer estab embarazada sin haber tenido relaciones con él. Sin la intervención de Dios, María habría tenido que asumir la dura condición de Madre soltera y Jesús habría llevado el baldón de ser un hijo de padre desconocido. Pero ese miedo de San José tiene también un significado simbolico: el miedo de dejar entrar en la propia vida al Hijo de Dios que no venia con los ropajes propios de su rango, pues si asi hubiera sido nadie habria dudado en aceptarle con todos los honores. Por el contrario, venia camuflado de debilidad, de la debilidad de un niño pobre, tan pobre que sólo tenia para defenderlo los brazos y el corazón de una jovencita muchacha Nazarena.
     También a nosotros nos puede pasar lo mismo: por miedo a complicarnos la vida, por miedo a lo que Dios nos pueda pedir, hacemos oidos sordoa a la voz del ángel del Señor, que nos invita a llevarnos a nuestra casa a la" Virgen con el Niño en su seno, con el Niño en los brazos." No queremos lios y , efectivamente, no tenemos los lios de Dios. Pero como los problemas no se pueden evitar, tenemos a cambio, los que proceden del enemigo, del pecado, de nuestro propio egoísmo. Llevarse a María a casa, como hizo0 San José, es sinónimo de aceptar lo que Dios nos pide, de aceptar la ley del amor como la suprema de nuestra vida.
     Rechazar a María no es simplificar la vida, sino complicarla de otra manera, de una manera más dañina para nosotros y también para los demás. De nosotros depende con quién nos complicamos la vida: si con Dios y María o con sus enemigos.
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 Propósito: Participar en las escuelas de agradecimiento y en los cursos de formación. Ayudar a quien nos necesita, concientes de que así dejamos a Dios en nuestra vida.
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lunes, 13 de diciembre de 2010

Carta de P. Santiago Martín

     Queridos Franciscanos de María, lo que nos pide que hagamos la palabra de vida de esta semana es anunciar a los Pobres la buena noticia. Además, Jesús dijo que esa era una prueba de que con su llegada había entrado al mundo la salvación. Por lo tanto, nosotros, que esperamos al Salvador y que necesitamos su venida, debemos colaborar con Él llevando a cabo lo que nos pidió. 

     Pero, quiénes son los Pobres. No cabe duda de que lo son esos millones de hermanos nuestros que están pasándolo mal porque no tienen trabajo. La buena noticia para ellos es ofrecerles un empleo o, en su defecto, una ayuda para que puedan seguir adelante. Esta buena noticia la Iglesia la lleva dando desde el inicio, como lo demuestran las muchisimas iniciativas sociales que ha puesto en marcha y, por ejemplo, las 8000, 000 personas a las que alimenta Cáritas en España. Pero ¿éstos son los únicos Pobres que existen?. Incluso habría que preguntarse si son los más Pobres. La Madre Teresa, experta en ayudar a los menesterosos, decia que los más necesitados eran los Pobres de Dios, los que NO CONOCEN A DIOS. De echo ahora podemos comprobar lo que la Iglesia ha dicho siempre: que cuando el hombre se aleja de Dios se hace daño a si mismo y hace daño a su prójimo. Por eso, anunciar a los Pobres la buena noticia significa también hablar de Dios a quien esta alejado de él. Y ahí es donde las cosas se vuelven díficiles, porque el que tiene hambre te cogerá gustoso el pedazo de Pan que le ofreces -aunque quizá no te lo agradezca-, pero el que se está hiriendo asi mismo porque ha perdido el sentido de la realidad moral, no querrá que le hables de Dios, aunque esa medicina sea precisamente la que su enfermedad requiere. Surge así el desánimo, al ver que ni siquiera a los más próximos y más queridos podemos transmitirles lo que les salvaria de la autodestrucción. Esta semana hablaba con un Padre, que estaba desalentado por el comportamiento de sus Hijos. ¿Qué se puede hacer?, me preguntaba.  Seguir rezando, le he contestado. Creo que, efectivamente, eso es lo primero y lo más importante que debemos hacer. Y, lo segundo, es no perder la esperanza. La crisis moral es tan fuerte, tan profunda y han echo tanto daño entre los jovenes, que se tardará muchísimo en sanar las heridas que ha provocado. Por eso debemos de tener paciencia, perseverancia, ejemplaridad y, sobre todo, ser conciente de que nosotros no podemos resolver problemas de este calibre, que sólo Dios puede hacerlo y que, por lo tanto, es a ÉL a quien tenemos quesuplicarle la gracia y el milagro.
     Pienso, de nuevo, en la Madre Teresa, cuando decia que Ella habia recogido los moribundos de las calles de Calcuta de uno en uno, y con ello queria decir que no se había propuesto acabar el problema de la Pobreza en Calcuta, que evidentemente exedía a sus posibilidades; nosotros debemos hecr igual: el problema hoy es tan grande que nosotros no podemos resolverlo; concentrémonos en uno, en alguien quizá muy querido y cercano: recemos por él, démole el mejor ejemplo y en el momento oportuno, la palabra que le oriente hacia Dios.
No perdamos la esperanza.


     En cuanto el tema de meditación de esta semana, nos fijamos en el tipo de Amor de María, un amor inmediato, un Amor de Obras y no de promesas vanas. Démosle gracias a Dios por ese "SI" inmediato de la Virgen y hagamos nosotros lo mismo. Siempre que pienso en esto recuerdo, aquella vieja canción de la época de mis Padres. "Estás perdieron el timpo, pensando, pensando...." O en aquella poesia de Permán referida a San Francisco Javier: "Soy más amigo del viento, Señora, que de la brisa. Hay que hacer el bien de prisa, que el mal no pierde momento".


     Aprovecho también para deciros que estamos ultimando algunas cosas prácticas para la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid en Agosto del año proximo, tales como las reservas de hoteles para los adultos. Aunque he pedido a los coordinadores nacionales que me informen de quienes van a venir, no estaría  de más que cada uno de los que van a venir se pusiera en contacto conmigo si lo desea para darme sus datos. Como siempre, me acojo a vuestras oraciones, y podéis contar con las mias, sobre todo por los que estáis sufriendo.

P. Santiago. 
   

AMOR INMEDIATO.

Tema de formación, con la ayuda de Nuestar Madre María.                   segunda semana


           AMOR INMEDIATO.
 La respuesta de la Virgen al Arcángel Gabriel que vimos hace dos semanas no estaba completa.
Voluntariamente he omitido la segunda parte de la frase pronunciada por María. Nuestra Señora no sólo dijo: "He aquí la esclava de Señor". Añadió: "Hágase en mi según tu palabra". E, inmediatamente, el Espíritu Santo cubrió con su sombra a María y Cristo tomó carne en su vientre.
     Conviene detenerse en este punto porque es de suma utilidad como modelo de comportamiento. Y es que nosotros, con frecuencia, nos manifestamos dispuestos a hacer lo que Dios quiera en nuestras vidas. Se lo decimos al Señor una y otra vez y hasta se lo decimos con sinceridad. Pero, eso si, le decimos también que no se precipite, que se tome su tiempo, que vuelva mañana. Hacemos como dicen que hacia San Agustín, cuando en sus años juveniles de abundandante desenfreno rezaba al Dios de su madre Mónica, y le pedia continencia. "Dame la castidad, Señor -decia-, pero no ahora."
     Me recuerda esta situación a aquel soneto en el que el ángel llama a la puerta del corazón del hombre y éste, hablando con Jesús, afirma: - "¡Cuántas veces, hermosura soberana, mañana le abriremos , respondia/ para lo mismo responder mañana".
     No creo que el infierno este lleno sólo de personas que han echo el mal. Posiblemente la mayoria de sus moradores están allí, sobre todo, por no haber echo el bien, por no haber echo lo que podian hacer. Han vivido la vida dejando pasar el momento, dando largas, poniendo excusas. Y, mientras tanto, otros han permanecido sufriendo sin que nadie les ayudara.
    ¿ Se imaginan que María le hubiera dicho al ángel: "De acuero estoy dispuesta a hacer lo que Dios me pide, pero no he terminado mis estudios. Mejor querido Ancángel Gabriel, vuelve dentro de unos años".  Claro que eso era imposible porque en aquella época las mujeres no iban a la universidad. Pero si podia haberle contestado: "Mir5a, San Gabriel, le vas a decir a Yahvé que lo que Él quiera; sólo que no ahora, es un lio compréndeme. Estpy despo0sada con José y no he tenido relaciones con él. Quiza si esperamos a casarnos y luego, dentro de unos años, yo me quedo embarazada él no tendrá forma de saber que el Hijo no es suyo. Así que, vuevete al cielo y regresa cuando yo, ya tenga un par de criaturas por lo menos, claro: Porque también podia haber dado la respuesta que dan tantos jovenes de hoy, cuando Dios les pide que se consagren a Él, en la vida religiosa o en el Sacerdocio: " Ya me convertiré de mayor, cuando sea anciano.
Ahora, y durante muchos años, quiero vivir la vida, quiero disfrutar a tope, quiero gozar de todo lo que los sentidos me puedan proporcionar". Ángel, vuelve mañana", le decimos, en definitiva, al mensajero de Dios una y otra vez.
     Pero María no hizo eso. No respondió, como si fuera una burócrata asalariada, el "vuelva usted mañana". Dijo "Aquí estoy, preparada y dispuesta. Como un soldado listo para lanzarse a la batalla. Hágase en mi según tu palabra, Señor. Y que se hga según tu voluntad desde ahora".
     "Ahora". Esta debería ser la voz de mando que suena en los oidos de los que amamos a Dios, a la Virgen, a la Iglesia,. No "mañana", sino "ahora". "Carpe diem", decian los sabios latinos. "Vive el presente", no dejes para mañana el bien que puedas hacer hoy. No dejes que siaga llorando el que está solo. No dejes que muera de hambre el lleva dias sin comer. Si no lo puedes hacer, no lo hagas. Pero si puedes, vence la pereza y hazlo ahora.
Propósito: Decir si a Dios y decirselo enseguida, sin esperar a mañana. Como hizo María.
    
  1.      Conviene

Palabra de Vida: Domingo 3 DE ADVIENTO

                           Anunciar A Los Pobres La Buena Noticia.
     "Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia. ¡Y dichoso el que no se siente defraudado por mí!" (Mt  11, 2-6) 
     ¿Quiénens son los pobres?. Son, en primer lugar, aquellos que padecen necesidad física, material; son las muchedumbres de campesinos de Iberoamérica, África o Asia; los habitantes de los barrios periféricos en las grandes ciudades; los emigrantes; los despreciados por causa de su raza, por su religión o por alguna deficiencia que les hace incapaces de competir en una sociedad como la nuestra. Estos son los primeros pobres, y olvidarlos es una ofensa para ellos.
      Pero también es un error olvidar que son pobres los que viven solos, los que padecen las consecuencias de una ruptura matrimonial, los que están enfermos y, en definitiva todos aquellos que por un motivo u otro sufren. Unos y otros llevan en su cuerpo o en su espíritu la marca del Crucificado, que en la cruz no solo padeció por los clavos y las espinas, sino también por el abandono de los amigos.
     ¿Qué significa, entonces, anunciar la buena noticia a los pobres?. Significa a ayudarles a solucionar sus problemas, con todas nuestras fuerzas. Pero, a la vez, ofrecerles la experiencia personal del encuentro con Dios, que es quien verdaderamente les puede ayudar y el único que a ellos como todos los demás les va a dar la felicidad.
      Además hay otra cosa en esta "palabra de vida": la exclamación de Cristo llamando dichoso al que no se sienta defraudado por Él.  Es decir, al que no crea que Él no hace nada porque rechaza  la violencia como medio para solucionar los problemas, o porque no hace milagros para que éstos desaparezcan.
Propósito: Ayudar a todo aquel que sufre, con la limosna o con la compañia, en la medida de nuestras fuerzas. Pero también hablarles de Dios. Y no dudar de Cristo ni de la eficacia de su mensaje.
     

domingo, 5 de diciembre de 2010

Madre de Dios.

                                                                                                      Primera Semana..
Madre de Dios 
   Dejada a trás ya la etapa inicial de la vida de la Virgen María, nos la encontramos, tal y como nos enseña la tradición, como una Jovencita desposada con un hombre Justo llamado José, con el que todavía no ha convivido. Esta joven galilea recibe, una noche de primavera, una visita inesperada que tendrá consecuencias insólitas y gigantescas no sólo para Ella y su pueblo sino para toda la humanidad. Es la visita de un ángel, de un Arcángel mejor: Gabriel, que, como mensajero de Dios, comunica a María que ha sido elegida por Dios para ser Madre del Mesías y pide de Ella el permiso necesario para que la Encarnación se produzca. María, después de preguntar por la forma, debido a que el fin no justifica a los medios, da su SÍ y la sombra del Espíritu Santo la cubrió dejándola embarazada del Redentor.
   Voy a dedicar varios capítulos a analizar con un poco de detalle este acontecimiento tan extraño y tan decisivo. Y la primera cosa en la que quiero detenerme es en el echo mismo, en lo que ocurrió después de aquél SÍ de María. "EL VERVO SE HIZO CARNE", dirá San Juan en el prólogo de su Evangelio explicando escueta y magníficamente lo sucedido. "El Verbo, la Palabra, el Mensaje, la Gracia, se hizo Carne, se hizo realidad concreta y tangible, se hizo Humanidad, se hizo SACRAMENTO"  Y eso ocurrió no en una plaza abierta a los vientos del mundo, en una ágora de debate, en un parlamento de políticos ilustres o en los arcanos sótanos donde los mpoderosos acumulan sus fortunas.
   Ese acontecimiento, el más grande e importante de la historía de la Humanidad, tuvo lugar en el vientre de una mujercita, de una joven muchacha galilea que tenía poco patrimonio económico y cultural y que sólo contaba en su cuenta corriente con un caudal de "Santidad Inagotable".
   Siglos después, los cristianos, acuciados por las herejías, se eunieron en Éfeso y discernieron que verdaderamente el Hijo de María era de naturaleza Divina y que, por lo tanto, a Ella se le debe llamar con toda propiedad "MADRE DE DIOS". 
   En aquel momento elevaron a la categoría de dogam algo que, hasta entonces la mayoría de ellos había asumido del modo más natural y que sólo algunos de esos que se especializan en complicar las cosas sencillas se había atrevido a negar. María, la que dio el "sí" al Arcángel Gabriel para que sirviera de intermediario y se lo comunicara a Yahvé Todopoderoso, María era, desde ese instante, la Madre de Dios, precisamente por haber aceptado ser Madre del Hijo de Dios, del hijo del hombre, de Jesús de Nazaret.
   Es, pues, desde el momento de la concepción que empieza la Maternidad de María. Ella no se convirtíuo en la Madre cuando dio a luz en la cueva de Belén, sino cuando quedó embarazada de Jesús en la aldea de Nazaret. Y conviene recordarlo y celebrarlo así, más que nunca en una época como la nuestra, en que el "No" nacido, el "nasciturus" como se le llama tecnicamente, se ha convertido en un ser sin derechos, desprotegido totalmente en una sociedad consumista y secularizada como0 es la nuestra.
   Nosotros los creyentes en Cristo, -y la ciencia nos da la razón-  afirmamos que la maternidad no empieza con el dar a luz, sino con la concepción, pues el nuevo ser lo es ya desde el primer instante, sin necesidad de que pasen cuatro, seis o nueve meses desde que fue concebido en el seno de su Madre, varias veces he tenido la ocación de estar al lado de mujeres que , espontánea y naturalmente han abortado. No experimentaron la pérdida  del feto como la de un pedazo de su propía carne, como una especie de adelgazamiento súbito o la expulsión de un quiste. Todas ellas sentian que lo que había muerto en su viemtre, sin culpa de ellas, era un ser diferente a ella misma, era una nueva criatura que albergaban en su seno. 
   Por lo tanto, en este primer capítulo dedicado en contemplar el echo de la encarnación del Hijo de Dios en la Virgen María, lo fundamental que quiero destacar es que la maternidad no comienza con el parto sino con al concepción, María fue Madre de Jesús, Madre de Dios, en Nazaret y no en Belén desde el "sí" al ángel y no desde que abrazó al pequeño Jesús en la humilde cuna que José construyó para su Hijo adoptivo en la cueva belemnita. 
   ¿Que podemos decirle a María al contemplarla como Madre de Dios? En primer lugar deberiamos de pedirle por todas las mujeres que se encuentran en su misma situación, que acaban de concebir a un Hijo y  que tienen por delante nueve meses de embarazo más o menos dificil. Debemos pedirle especialmente por aquellas que ven ese embarazo como una carga y que, abandonadas muchas veces por una sociedad hipócrita y machista, se ven solicitadas por la tentación del aborto." Y, como no se trata sólo de pedir, hagamos ante María, contemplada con el Bello nombre de MADRE DE DIOS" LA PROMESA DE ESTAR SIEMPRE A FAVOR DE LA VIDA. No sólo con gestos, firmas o protestas, sino sobre todo con acciones eficaces, con obras de solidaridad dirigidas especialmente hacia aquella mujeres que, por sentirse solas, corren el grave riesgo de cometer el mayor de los errores que puede cometer una mujer: matar a su propio Hijo.

Propósito: Agradecerle a Dios por haber tenido unos Padres que nos permitieron nacer y ofrecer a las mujeres embarazadas con problemas nuestra ayuda.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             

Franciscanos De Maria: DICIEMBRE 2010 LA VIRGEN MARÍA

Franciscanos De Maria: DICIEMBRE 2010 LA VIRGEN MARÍA: "Coincidiendo con el mes de Diciembre, mes especialmente de María por que nos recuerda con el adviento la preparación del nacimiento de Jesús..."

DICIEMBRE 2010 LA VIRGEN MARÍA

Coincidiendo con el mes de Diciembre, mes especialmente de María por que nos recuerda con el adviento la preparación del nacimiento de Jesús y, a partir del día 24, nos hace fijar la mirada en el Niño sostenido por los brazos de la Madre, vamos a meditar sobre los primeros pasos de María como Cristiana. Hasta la encarnación era una mujer judía que fiel a su tradición religiosa, no dudó en responder afirmativamente a la petición de Dios. Pero desde el momento en que la segunda Persona de la Santísima Trinidad tomó carne en su vientre, Ella se convirtió en la primera discípula del Hijo Amado, en la primera Cristiana. Desde el Seno Jesús empezó  a enseñarle lo que más tarde nos mostró a nosotros y que conocemos como la Plenitud de la Revelación. Mientras Ella cuidaba a Él, Él cuidaba de Ella.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            

Domingo 2 DE ADVIENTO: Predicar en el Desierto.

    "Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos" (Mt 3,3)
       Dicen que los amigos son para las ocaciones. Y es verdad. Es en los momentos dificíles cuando se nota la autenticidad de la amistad. La predicación del Bautista, anunciando la llegada de Jesús, del Mesías Salvador, tenía tanto más mérito y valor cuanto más difícil era. Confesar abiertamente la fe en Cristo y la fidelidad al Papa, es mucho más meritorio y necesario hoy que en los años 50, cundo lo extraño y mal visto era lo contrario. Pero es ahora cuando más falta hace, cuando el Señor más lo necesita. Lo mismo se puede decir, por ejemplo, de la vocación a la consagración y al Sacerdocio: antes, cuando no había muchas alternativas para los jovenes, los noviciados y seminarios estaban llenos; ahora están casi vacíos. Y, sin embargo, es ahora cuando más necesita Cristo a muchachos y muchachas que quieran dedicarse a tiempo pleno a la Evangelización y al servicio de los que sufren
     Cada uno de nosotros, cada día y con frecuencia varias veces al día, se siente rodeado de desierto e incluso con el desierto en el alma. A tu alrededor abundan las críticas a la Iglesia y a la moral católica. En tu propio interior, llegas incluso a dudar que sea posible vivir fielmente el Evangelio o que merezca la pena hacerlo. El desierto está dentro my está fuera, y amenaza con deborarlo todo , con secar los manantiales de agua viva que nos llegan a travéz de los Sacramentos y que producen frutos de Amor en nuestras manos. Hay que hacer como Juan: enfrentarse al desierto con el agua de Dios, para hacerlo retroceder , para que se produzcan frutos donde antes no había más que arídez y sequía. Y para eso hay que tener valor y aceptar el cansancio del trabajo duro, hay que proveerse bien de los materiales necesarios mediante la oración y los Sacramentos, hay que confiar en la Gracia.
Propósito: .No avergonzarnos de Cristo ni de la Iglesia.Defenderlos con inteligencia, sin violencia. Abundar en obras de Amor para dar testimonio de lo que la Fe y la gracia hacen en el hombre. G.