AMOR INMEDIATO.
La respuesta de la Virgen al Arcángel Gabriel que vimos hace dos semanas no estaba completa.
Voluntariamente he omitido la segunda parte de la frase pronunciada por María. Nuestra Señora no sólo dijo: "He aquí la esclava de Señor". Añadió: "Hágase en mi según tu palabra". E, inmediatamente, el Espíritu Santo cubrió con su sombra a María y Cristo tomó carne en su vientre.
Conviene detenerse en este punto porque es de suma utilidad como modelo de comportamiento. Y es que nosotros, con frecuencia, nos manifestamos dispuestos a hacer lo que Dios quiera en nuestras vidas. Se lo decimos al Señor una y otra vez y hasta se lo decimos con sinceridad. Pero, eso si, le decimos también que no se precipite, que se tome su tiempo, que vuelva mañana. Hacemos como dicen que hacia San Agustín, cuando en sus años juveniles de abundandante desenfreno rezaba al Dios de su madre Mónica, y le pedia continencia. "Dame la castidad, Señor -decia-, pero no ahora."
Me recuerda esta situación a aquel soneto en el que el ángel llama a la puerta del corazón del hombre y éste, hablando con Jesús, afirma: - "¡Cuántas veces, hermosura soberana, mañana le abriremos , respondia/ para lo mismo responder mañana".
No creo que el infierno este lleno sólo de personas que han echo el mal. Posiblemente la mayoria de sus moradores están allí, sobre todo, por no haber echo el bien, por no haber echo lo que podian hacer. Han vivido la vida dejando pasar el momento, dando largas, poniendo excusas. Y, mientras tanto, otros han permanecido sufriendo sin que nadie les ayudara.
¿ Se imaginan que María le hubiera dicho al ángel: "De acuero estoy dispuesta a hacer lo que Dios me pide, pero no he terminado mis estudios. Mejor querido Ancángel Gabriel, vuelve dentro de unos años". Claro que eso era imposible porque en aquella época las mujeres no iban a la universidad. Pero si podia haberle contestado: "Mir5a, San Gabriel, le vas a decir a Yahvé que lo que Él quiera; sólo que no ahora, es un lio compréndeme. Estpy despo0sada con José y no he tenido relaciones con él. Quiza si esperamos a casarnos y luego, dentro de unos años, yo me quedo embarazada él no tendrá forma de saber que el Hijo no es suyo. Así que, vuevete al cielo y regresa cuando yo, ya tenga un par de criaturas por lo menos, claro: Porque también podia haber dado la respuesta que dan tantos jovenes de hoy, cuando Dios les pide que se consagren a Él, en la vida religiosa o en el Sacerdocio: " Ya me convertiré de mayor, cuando sea anciano.
Ahora, y durante muchos años, quiero vivir la vida, quiero disfrutar a tope, quiero gozar de todo lo que los sentidos me puedan proporcionar". Ángel, vuelve mañana", le decimos, en definitiva, al mensajero de Dios una y otra vez.
Pero María no hizo eso. No respondió, como si fuera una burócrata asalariada, el "vuelva usted mañana". Dijo "Aquí estoy, preparada y dispuesta. Como un soldado listo para lanzarse a la batalla. Hágase en mi según tu palabra, Señor. Y que se hga según tu voluntad desde ahora".
"Ahora". Esta debería ser la voz de mando que suena en los oidos de los que amamos a Dios, a la Virgen, a la Iglesia,. No "mañana", sino "ahora". "Carpe diem", decian los sabios latinos. "Vive el presente", no dejes para mañana el bien que puedas hacer hoy. No dejes que siaga llorando el que está solo. No dejes que muera de hambre el lleva dias sin comer. Si no lo puedes hacer, no lo hagas. Pero si puedes, vence la pereza y hazlo ahora.
Propósito: Decir si a Dios y decirselo enseguida, sin esperar a mañana. Como hizo María.
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