Queridos Franciscanos de María, esta semana empezamos el adviento, lo que significa que empezamos la preparación de la Navidad. Es decir, empezamos a prepararnos espiritualmente
para celebrar el Nacimiento de Jesucristo. Lo primero que debemos preguntarnos es "quién es este
invitado que puntualmente llamará a nuestra casa, el 25 de Diciembre" por que en función de quién sea así debemos hacer la preparación. Sabemos la respuesta: es el Señor, es el Salvador. Pero ¿es un salvador o el Salvador? ¿es uno más de los muchos que han echo algo bueno por la humanidad o que dicen haberlo echo, o es que ha salvado de verdad a la humanidad y no sólo ha hecho algo bueno o incluso algo muy bueno, sino algo dfinitivo?
Nosotros creemos y confesamos a Cristo no como a un salvador, sino como al Salvador. Esta fe, sin embargo, está basada en la experiencia personal y en la historia de la humanidad, pues realmente hay un antes y un después del nacimiento de Cristo, de su muerte y resurrección.
Vivimos en un momento de crisis tan delicado, tan grave, tan profundo, que la afirmación de que Cristo es el Único Salvador no sólo cobra más fuerza sini que resulta más evidente. Han pretendido, y lo han conseguido, hacer un mundo sin Dios y, sobre todo, un mundo sin Cristo. Pero lo que no han conseguido es que este mundo sea más humano; al contrario, el mundo sin Cristo es más agresivo, más competitivo, más materialista, más desgraciado. Y, por tanto, más inhumano. Prometieron que el Estado del Bienestar nos daría la ansiada felicidad y ahora ese Estado del Bienestar está por tierra, como un gigante con los pies rotos porque eran de barro. El mundo sin Cristo es un mundo inhumano, en el cual el hombre se ha vuelto lobo contra el hombre, pues rota la barrera de la conciencia poe el relativismo ya no hay límites para que el rico ahogue al pobre, el fuerte al débil, el culpable al inocente. Por esto al preparar la venida del Salvador, debemos decir con todo el corazón, -con ansia incluso- ese "VEN SEÑOR" de que nos habla la liturgia. "TE NECESITAMOS" -debemos añadir-. Sin Ti no somos nada ni nadie. SinTi no hay esperanza. Sin Ti nos autodestruimos". Y, porque sabemos que eso es verdad, debemos prepararnos espiritualmente para acogerlo, quitando todo aquello que le moleste, que impida su Reinado en n uestro corazón, en nuestra familia, en nuestra sociedad. Empecemos por la confesión y también por quitar el odio, el rencor, la violencia que a veces otros han puesto en nuestra Alma.
En cuanto el tema de formación de esta semana, nos fijamos en María que nse presenta a sí misma como "Esclava de Señor." No es esclava de ningún hombre, ni tampoco de su marido. pero si lo es de Dios. Con esta afirmación no está haciendo más que reconocer la verdad sobre quién es Dios y quién es Ella. Y nosotros, que somos muchísimo menos que María, con frecuenia nos creemos iguales aDios o incluso superiores a él.
Imitémosla en su humildad, en su "andar en verdad" que dería Santa Teresa.
Cuando os escribí la semana pasada lo hacía aun desde América. Desde entonces he echo la visita a El Salvador, para fortalecer a la pequeña comunidad que tenemos allí, a fin de que sintieran el afecto de todos expresado a través de mi compañía. Luego llegue a España, para lam presentación de la conferencia sobre el P. Pío -que ya está en n uestra televisión- y al día siguiente me vine al Vaticano, donde me encuentro ahora, para participar en un convenio organizado por el Pontificio Consejo de la Familia, al que pertenezco. He rezado por vosotros -sobre todo por los que sufrís- ante San Pedro y lo hará especialmente mañana cuando este con el Papa en la Vigilia de oración por el "no nacido".
Miramos a Cristo, el Salvador, y en Él encontramos nuestra esperanza.
Que Dios os bendiga.
P. Santiago.
martes, 30 de noviembre de 2010
Palabra de Vida: Domingo 1 Adviento: Acoger al Invitado..
28 de Noviembre.
"Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor". (Mt 24, 42)
Empieza, el adviento y, con él, un nuevo año litúrgico. Comienza el tiempo
dedicado a preparar la Navidad y, como todo comienzo, tiene mucho de novedad,
a pesar de que lo que vamos a recordar y renovar --la venida del Hijo de Dios--
es ya conocido por todos.
La actitud con la que la Iglesia nos invita a estrenar este tiempo de preparación
es la de estar en vela, la de irnos poniendo en condiciones para que la llegada
del Señor no nos coja ni desprevenidos ni pocos preparados.
Por eso la "Palabra de Vida" de esta semana nos dice que deberíamos actuar
como si en casa fuéramos a recibir a un invitado muy importante, el más importante
y como si corriéramos el riesgo de que, de no estar alerta, Él pasara de largo
sin detenerse. Claro que, para tener esta actitud, hace falta que nos interese de
verdad su venida y acogerle en nuestra casa, hace falta que consideremos el encuentro
con Él como la mayor suerte que nos ha podido deparar la vida. Por desgracia, si ir a
misa o comulgar estuviera unido a recibir dinero o tener unos gramos más de salud,
seguro que habría muchos que no faltarían a la cita dominical. ¿Qué estaría yo
dispuesto a hacer por un millón de euros? No habría sacrificio fisico que despreciase,
ni esfuerzo que no afrontase; no me importaría lo temprano que tuviese que sonar el
despertador o la paciencia que tuviese que emplear con mi jefe. ¿Y pot Ti, Señor?
¿Es que, no vales Tú más que eso? ¿Es que Tu amistad no tiene un valor mayor que
el dinero? ¿Quién estaba a mi lado cuando me fallaron los amigos?
¿Quién estará cuando me llegue la muerte? ¿Quién ha echo por mí tan solo una
pequeña parte de lo que has echo Tú?.
Cristo necesita que le quieras por Él mismo y está esperando que le acojas como el mejor invitado.
Propósito.- Prepararnos para acoger a Cristo en nuestra vida con un buen examen de conciencia, para descubrir qué hemos hecho mal e intentar corregirlo. Rezar e ir a Misa más.
"Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor". (Mt 24, 42)
Empieza, el adviento y, con él, un nuevo año litúrgico. Comienza el tiempo
dedicado a preparar la Navidad y, como todo comienzo, tiene mucho de novedad,
a pesar de que lo que vamos a recordar y renovar --la venida del Hijo de Dios--
es ya conocido por todos.
La actitud con la que la Iglesia nos invita a estrenar este tiempo de preparación
es la de estar en vela, la de irnos poniendo en condiciones para que la llegada
del Señor no nos coja ni desprevenidos ni pocos preparados.
Por eso la "Palabra de Vida" de esta semana nos dice que deberíamos actuar
como si en casa fuéramos a recibir a un invitado muy importante, el más importante
y como si corriéramos el riesgo de que, de no estar alerta, Él pasara de largo
sin detenerse. Claro que, para tener esta actitud, hace falta que nos interese de
verdad su venida y acogerle en nuestra casa, hace falta que consideremos el encuentro
con Él como la mayor suerte que nos ha podido deparar la vida. Por desgracia, si ir a
misa o comulgar estuviera unido a recibir dinero o tener unos gramos más de salud,
seguro que habría muchos que no faltarían a la cita dominical. ¿Qué estaría yo
dispuesto a hacer por un millón de euros? No habría sacrificio fisico que despreciase,
ni esfuerzo que no afrontase; no me importaría lo temprano que tuviese que sonar el
despertador o la paciencia que tuviese que emplear con mi jefe. ¿Y pot Ti, Señor?
¿Es que, no vales Tú más que eso? ¿Es que Tu amistad no tiene un valor mayor que
el dinero? ¿Quién estaba a mi lado cuando me fallaron los amigos?
¿Quién estará cuando me llegue la muerte? ¿Quién ha echo por mí tan solo una
pequeña parte de lo que has echo Tú?.
Cristo necesita que le quieras por Él mismo y está esperando que le acojas como el mejor invitado.
Propósito.- Prepararnos para acoger a Cristo en nuestra vida con un buen examen de conciencia, para descubrir qué hemos hecho mal e intentar corregirlo. Rezar e ir a Misa más.
domingo, 14 de noviembre de 2010
LA VIRGEN MARÍA. REINA DE LOS PATRIARCAS.
XX Noviembre 2010
"Seguimos meditando en este mes de Noviembre sobre lo primeros años de la Virgen María, antes de la aparición del Ángel Gabriel. Aprovechamos algunas de la advocaciones con que las Letanías nos enseñan a dirigirnos a Ella para darnos cuenta de cómo María resumió todas las virtudes de su pueblo, el judio, el pueblo elegido del que debía nacer el Mesías".
Segunda Semana:
Reina de los Patriarcas.
En esta etapa inicial de meditación sobre la vida de la Virgen quiero detenerme en un aspecto de su naturaleza que contemplamos al rezar las Letanías. A María la llamamos cuando hacemos esa hermosa oración, "Reina de los Patriarcas". Nos estamos refiriendo, al hacerlo, a aquellos grandes hombres que están en los orígenes del pueblo de Israel y, por lo tanto, en los origenes de nuestra propia experiencia religiosa, pues no hay que olvidar que Cristo construye su Iglesia como plenitud de la Revelación, no como inicio de la misma, es decir que Cristo no empezó de cero sino que completó la obra iniciada muchos siglos antes por el Padre, el Espíritu Santo y Él mismo.
Con el término "Patriarca" designamos a hombres como Abraham, Isac y Jacob. Estos tres pilaler iniciales del pueblo de Israel (nombre, por cierto, dado por Dios a Jacob, de cuyos doce hijos derivan las doce tribus) tienen una caracteristica común: la FE. Por fe, Abraham dejó su tierra, en Ur de los Caldeos, y emprendió una larga marcha de peregrinación hacia un País desconocido que, el hasta entonces Dios desconocido para él, Yahvé, le había prometido. La fe fue el principal alimento de Abraham no sólo durante su largo peregrinaje, sino también ante el incumplimiento por parte de Dios de una de las promesas que le había echo: la numerosa descendencia. Como se sabe, Abraham había envejecido y no tenia otro hijo más que Agar, el concebido por su esclava, ya que Sara , su mujer, no había podido darle ninguno. Sin embargo, Abraham seguia manteniendo la fe, seguía creyendo que la promesa de Dios -la tierra y la prole numerosa- se cumpliria. Es por esa fe, una fe que seguía en pie cuando ya no había motivos humanos para mantenerla, por lo que Abraham es conciderado "Padre de todos los creyentes" y, como tal, es un modelo válido también para nosotros, los cristianos.
¡Cuántas veces en la vida, nosotros nos encontramos atravesando dificultades! ¡Cuántas veces experimentamos el silencio de Dios! ¡Cuántas veces hemos pedido, con lágrimas en los ojos incluso, que el Señor viniera en nuestro auxilio y el cielo ha permanecido sordo a nuestras súplicas!. Enfermedades, muerte, rupturas familiares, pecados y tantas otras causas de sufrimiento como fatigan a los hombres, son motivos para dudar. Motivos que se convierten en grietas que amenazan con derribr el edifício de nuestra fe, que nos invitan a decir aquello que la mujer de Job aconsejaba a su mrido -"Maldice a Dios y muérete"- mientras éste seguía insistiendo - en medio de su desgracia- que Dios era bueno y que ayudaba a los buenos.
Los Patriarcas, aquellos gigantes que estuvieron en los inicios de la formación del pueblo de Dios, son, para todos los creyentes, un modelo de fe en medio de las contrariedades y las dificultades.
¿ Y MARÍA? ¿Por qué se dice de la Virgen que es la Reina de todos ellos?. Sin duda que por un solo motivo: porque" ELLA ES MAESTRA EN LA FE, MAESTRA EN LA PERSEVERANCIA, MAESTRA EN LA FIDELIDAD." Ella es la roca que no tiembla por mucho que se muevan los cimientos de la tierra. Ella es la que no dmite dudas, aunque la realidad le grite una y otra vez que los motivos humanos pra creer han desparecido. Si a Marpia especialmente en su desolación al pie de la Cruz, se le aplican aquellas apalbras del Antiguo Testamento: "MIRADME, NO HAY DOLOR COMO MI DOLOR", con más motivos se le deben aplicar estas otras " MIRADME, NO HAY FE COMO MI FE". Esa misma Virgen desolada, golpeada con la prueba del Hijo asesinado y con la más terrible aún del silencio del Dios que lo permitía, es la Virgen fuerte, la Virgen que sigue creyendo que, a pesar de lo que ven sus ojos, Dios sigue estando detrás de las más espesas nubes, sigue siendo AMOR, sique escuchando y atendiendo las súplicas de sus hijos. CON RAZÓN SE DICE DE ELLA, POR LO TANTO, QUE ES "LA REINA DE LOS PATRIARCAS". Es la Reina de todos los que pasan momentos difíciles y dudan del amor de Dios. Y si de Abraham se puede afirmar que es "padre de los que tienen FE", sin duda que podemos decir de María que es la "Madre de todos los creyentes", la Madre de los que quieren ver y no ven, necesitan oír y no oyen. Una Madre que ha pasado por las mismas pruebas que sus hijos, que han perseverado en la fe cuando ésta era más oscura y desnuda y que ahora puede ayudar a los que repiten esas mismas experiencias mostrandose ante ellos como la que ha vencido porque ha perseverado, la que ha tenido razón poque no se ha dejado llevar de la prímeras impresiones por fuertes y duraderas que fueran éstas.
Propósito: AGRADECER A DIOS LA FE QUE TUVO MARÍA Y SU CONFIANZA A TODA PRUEBA. SIN ELLAS NO HABRÍA RESISTIDO TANTAS DIFICULTADES. Y, UNA VEZ MÁS, INTENTAR IMITARLA.
"Seguimos meditando en este mes de Noviembre sobre lo primeros años de la Virgen María, antes de la aparición del Ángel Gabriel. Aprovechamos algunas de la advocaciones con que las Letanías nos enseñan a dirigirnos a Ella para darnos cuenta de cómo María resumió todas las virtudes de su pueblo, el judio, el pueblo elegido del que debía nacer el Mesías".
Segunda Semana:
Reina de los Patriarcas.
En esta etapa inicial de meditación sobre la vida de la Virgen quiero detenerme en un aspecto de su naturaleza que contemplamos al rezar las Letanías. A María la llamamos cuando hacemos esa hermosa oración, "Reina de los Patriarcas". Nos estamos refiriendo, al hacerlo, a aquellos grandes hombres que están en los orígenes del pueblo de Israel y, por lo tanto, en los origenes de nuestra propia experiencia religiosa, pues no hay que olvidar que Cristo construye su Iglesia como plenitud de la Revelación, no como inicio de la misma, es decir que Cristo no empezó de cero sino que completó la obra iniciada muchos siglos antes por el Padre, el Espíritu Santo y Él mismo.
Con el término "Patriarca" designamos a hombres como Abraham, Isac y Jacob. Estos tres pilaler iniciales del pueblo de Israel (nombre, por cierto, dado por Dios a Jacob, de cuyos doce hijos derivan las doce tribus) tienen una caracteristica común: la FE. Por fe, Abraham dejó su tierra, en Ur de los Caldeos, y emprendió una larga marcha de peregrinación hacia un País desconocido que, el hasta entonces Dios desconocido para él, Yahvé, le había prometido. La fe fue el principal alimento de Abraham no sólo durante su largo peregrinaje, sino también ante el incumplimiento por parte de Dios de una de las promesas que le había echo: la numerosa descendencia. Como se sabe, Abraham había envejecido y no tenia otro hijo más que Agar, el concebido por su esclava, ya que Sara , su mujer, no había podido darle ninguno. Sin embargo, Abraham seguia manteniendo la fe, seguía creyendo que la promesa de Dios -la tierra y la prole numerosa- se cumpliria. Es por esa fe, una fe que seguía en pie cuando ya no había motivos humanos para mantenerla, por lo que Abraham es conciderado "Padre de todos los creyentes" y, como tal, es un modelo válido también para nosotros, los cristianos.
¡Cuántas veces en la vida, nosotros nos encontramos atravesando dificultades! ¡Cuántas veces experimentamos el silencio de Dios! ¡Cuántas veces hemos pedido, con lágrimas en los ojos incluso, que el Señor viniera en nuestro auxilio y el cielo ha permanecido sordo a nuestras súplicas!. Enfermedades, muerte, rupturas familiares, pecados y tantas otras causas de sufrimiento como fatigan a los hombres, son motivos para dudar. Motivos que se convierten en grietas que amenazan con derribr el edifício de nuestra fe, que nos invitan a decir aquello que la mujer de Job aconsejaba a su mrido -"Maldice a Dios y muérete"- mientras éste seguía insistiendo - en medio de su desgracia- que Dios era bueno y que ayudaba a los buenos.
Los Patriarcas, aquellos gigantes que estuvieron en los inicios de la formación del pueblo de Dios, son, para todos los creyentes, un modelo de fe en medio de las contrariedades y las dificultades.
¿ Y MARÍA? ¿Por qué se dice de la Virgen que es la Reina de todos ellos?. Sin duda que por un solo motivo: porque" ELLA ES MAESTRA EN LA FE, MAESTRA EN LA PERSEVERANCIA, MAESTRA EN LA FIDELIDAD." Ella es la roca que no tiembla por mucho que se muevan los cimientos de la tierra. Ella es la que no dmite dudas, aunque la realidad le grite una y otra vez que los motivos humanos pra creer han desparecido. Si a Marpia especialmente en su desolación al pie de la Cruz, se le aplican aquellas apalbras del Antiguo Testamento: "MIRADME, NO HAY DOLOR COMO MI DOLOR", con más motivos se le deben aplicar estas otras " MIRADME, NO HAY FE COMO MI FE". Esa misma Virgen desolada, golpeada con la prueba del Hijo asesinado y con la más terrible aún del silencio del Dios que lo permitía, es la Virgen fuerte, la Virgen que sigue creyendo que, a pesar de lo que ven sus ojos, Dios sigue estando detrás de las más espesas nubes, sigue siendo AMOR, sique escuchando y atendiendo las súplicas de sus hijos. CON RAZÓN SE DICE DE ELLA, POR LO TANTO, QUE ES "LA REINA DE LOS PATRIARCAS". Es la Reina de todos los que pasan momentos difíciles y dudan del amor de Dios. Y si de Abraham se puede afirmar que es "padre de los que tienen FE", sin duda que podemos decir de María que es la "Madre de todos los creyentes", la Madre de los que quieren ver y no ven, necesitan oír y no oyen. Una Madre que ha pasado por las mismas pruebas que sus hijos, que han perseverado en la fe cuando ésta era más oscura y desnuda y que ahora puede ayudar a los que repiten esas mismas experiencias mostrandose ante ellos como la que ha vencido porque ha perseverado, la que ha tenido razón poque no se ha dejado llevar de la prímeras impresiones por fuertes y duraderas que fueran éstas.
Propósito: AGRADECER A DIOS LA FE QUE TUVO MARÍA Y SU CONFIANZA A TODA PRUEBA. SIN ELLAS NO HABRÍA RESISTIDO TANTAS DIFICULTADES. Y, UNA VEZ MÁS, INTENTAR IMITARLA.
sábado, 13 de noviembre de 2010
CARTA DE P. SANTIAGO
Queridos Franciscanos de María, la palabra de vida de esta semana nos invita a no adorar a nadie más que a Dios. Sólo Dios es Dios y nosotros no lo somos. Ese es un punto de partida básico para toda espíritualidad y para toda antropología, que golpea directamente a la tesis de soberbia y endiosamiento que esta cultura del relativismo promueve por doquier . Por lo tanto, lo primero que debemos hacer es no adorarnos a nosotros mismos, es decir: no pretender que los demás nos adoren; lo hacemos, quizá sin darnos cuenta, cuando nos convertimos en el centro de todo, cuando queremos que los demás vivan para hacernos felices o para darnos comodidades o para someter su voluntad a la nuestra. Una vez echo esto, tenemos que seguir con este profeso de "derribar de su trono a los falsos dioses", por ejemplo; no pongamos en el primer lugar de nuestra vida el dinero -no digo que no tiene importancia, sino que no debemos permitir que nuestra conciencia sucumba con tal de conseguirlo-, o el poder o el éxito y la fama, o el sexo o, en definitiva, todas aquellas cosas y personas que en un momento dado pretenden ocupar el primer lugar en nuestro corazón. Una vez más, un termómetro para ver el nivel de nuestra adoración a Dios o a los dioses es el tiempo: ¿cuánto dedicamos a estar con el Señor y cuánto a la televisión, por ejemplo?. Claro que necesitamos distraernos y descanzar, pero también necesitamos estar con Dios y no solemos encontrar tiempo para Él mientras que si lo encontramos para las cosas del mundo.
EN CUANTO AL TEMA DE FORMACIÓN DE ESTA SEMANA: Nos fijaremos en María como Reina de los Patriarcas; una vez más, esta letania nos remonta al Antiguo Testamento y, en contra de lo que puede parecer a primera vista, es útil y enriquecedor fijarnos en la lección de los viejos testigos que precedieron a Jesucristo, en este caso los Patriarcas; ellos nos precedieron en el camino de la fe: de echo Abraham, el primero de todos, es un modelo de esa fe y de la primacía que daba a Dios en su vida ; nosotros, como ellos, como María, debemos a aprender a confiar en Dios incluso cuando no entendemos sus plane y cuando el Señor nos pide algo que nos cuesta mucho darle, como fue el caso del sacrificio de Isac.
El fin de semana pasado he celebrado el congreso de Franciscanos de María de Venezuela y el Lunes pude estar en la ciudad de Maracaibo, con nuestra comunidad de allí. En Venezuela hay cerca de" 70 escuelas de Agradecimiento" y tenemos dos Sacerdotes y 20 Seminaristas Diocesanos que se forman en el Seminario Interdiocesano de Valencia y que serán, si Dios quiere Sacerdotes de Franciscanos de María no de la rama religiosa sino de la Diocesana. Los Franciscanos de María de Venezuela están llevndo delante de manera ejemplar y heroica no sólo la puesta en practica de la palabra de vida en su vida personal, sino también la defensa de la Iglesia ante los continuos ataques que sufre de parte del gobierno. Necesitan nuestra oración, pero son un ejemplo, quiza el mejor que tenemos en nuestra ya gran familia del Agradecimiento. También os pido Oraciones por nuestro hospital en Bolivia; se ha producido un desfalco por parte de la administradora y hay una deuda de 75000 dólares que se está intentando minorar y que si no se resuelve nos obligaría a dejar la gestión del Hospital.
Os invito, por último, a que leáis el documento del Papa sobre la palabra de Dios y a que recéis por los monjes Benedictinos del Valle del Escorial que están siendo victimas de una injustificable agresión por parte del Gobierno socialista español.
P. Santiago.
EN CUANTO AL TEMA DE FORMACIÓN DE ESTA SEMANA: Nos fijaremos en María como Reina de los Patriarcas; una vez más, esta letania nos remonta al Antiguo Testamento y, en contra de lo que puede parecer a primera vista, es útil y enriquecedor fijarnos en la lección de los viejos testigos que precedieron a Jesucristo, en este caso los Patriarcas; ellos nos precedieron en el camino de la fe: de echo Abraham, el primero de todos, es un modelo de esa fe y de la primacía que daba a Dios en su vida ; nosotros, como ellos, como María, debemos a aprender a confiar en Dios incluso cuando no entendemos sus plane y cuando el Señor nos pide algo que nos cuesta mucho darle, como fue el caso del sacrificio de Isac.
El fin de semana pasado he celebrado el congreso de Franciscanos de María de Venezuela y el Lunes pude estar en la ciudad de Maracaibo, con nuestra comunidad de allí. En Venezuela hay cerca de" 70 escuelas de Agradecimiento" y tenemos dos Sacerdotes y 20 Seminaristas Diocesanos que se forman en el Seminario Interdiocesano de Valencia y que serán, si Dios quiere Sacerdotes de Franciscanos de María no de la rama religiosa sino de la Diocesana. Los Franciscanos de María de Venezuela están llevndo delante de manera ejemplar y heroica no sólo la puesta en practica de la palabra de vida en su vida personal, sino también la defensa de la Iglesia ante los continuos ataques que sufre de parte del gobierno. Necesitan nuestra oración, pero son un ejemplo, quiza el mejor que tenemos en nuestra ya gran familia del Agradecimiento. También os pido Oraciones por nuestro hospital en Bolivia; se ha producido un desfalco por parte de la administradora y hay una deuda de 75000 dólares que se está intentando minorar y que si no se resuelve nos obligaría a dejar la gestión del Hospital.
Os invito, por último, a que leáis el documento del Papa sobre la palabra de Dios y a que recéis por los monjes Benedictinos del Valle del Escorial que están siendo victimas de una injustificable agresión por parte del Gobierno socialista español.
P. Santiago.
Palabra de Vida:NO ADORÉIS A NADIE MÁS.
14 de Noviembre de 2010.
"Cuidado con que nadie os engañe. Muchos vendrán usando mi nombre, diciendo "Yo soy", o bien: " El momento está cerca", no vayáis tras ellos" (Lc 21, 8).
Creer en un solo Dios tiene muchas ventajas. Entre ellas, que sólo ante ese Dios se dobla la rodilla. Chesterton decía que el problema del siglo XXI no va a ser creer en Dios sino creer en muchos falsos dioses, pues cuando uno no cree en Dios es capaz de creer en cualquier cosa, como en la política, o en el dinero, o en el placer. Para el cristiano, nada ni nadie puede pretender ocupar el lugar de Dios en el corazón y en la vida. Ni el trabajo, ni la política, ni la Patria, ni tan siquiera la familia pueden estar antes que Dios, tal y como nos exige el primer mandamiento: "AMARAS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS".
Eso no significa que no tengamos que amar a los amigos, al trabajo, a la Patria, a los familiares. Significa que, si en alguna ocasión esos amores pretenden competir con Dios y separarnos de Él, tendremos que recordar y recordarles que somos cristianos y que precisamente por eso sólo ante Dios nos postramos y sólo a Él adoramos.
A la vez, este estricto monoteísmo que profesamos nos enseña que sólo de Dios podemos esperarlo todo y sólo en Él podemos encontrar la felicidad. Eso nos ayuda a ser menos exigentes con los demás, a entender que, como ellos no son Dios, es normal que no sean perfectos y, sobre todo, a no pretender que ellos nos hagan felices, pues como muchos pueden colaborar a que lo seamos, pero no pueden darnos la felicidad plena pues eso escapa a las posibilidades de cualquier ser humano. También nos ayuda a no desesperar de nosotros mismos al comprobar nuestras imperfecciones; basta con que estemos en la lucha por alcanzar la santidad, con que empecemos cada vez que hemos caído.
Propósito: Poner a Dios en el primer lugar de la vida. No hacer de nadie ni de nada -persona, dinero o trabajo- un "dios" al que nos consagramos y del que esperamos la felicidad ..
"Cuidado con que nadie os engañe. Muchos vendrán usando mi nombre, diciendo "Yo soy", o bien: " El momento está cerca", no vayáis tras ellos" (Lc 21, 8).
Creer en un solo Dios tiene muchas ventajas. Entre ellas, que sólo ante ese Dios se dobla la rodilla. Chesterton decía que el problema del siglo XXI no va a ser creer en Dios sino creer en muchos falsos dioses, pues cuando uno no cree en Dios es capaz de creer en cualquier cosa, como en la política, o en el dinero, o en el placer. Para el cristiano, nada ni nadie puede pretender ocupar el lugar de Dios en el corazón y en la vida. Ni el trabajo, ni la política, ni la Patria, ni tan siquiera la familia pueden estar antes que Dios, tal y como nos exige el primer mandamiento: "AMARAS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS".
Eso no significa que no tengamos que amar a los amigos, al trabajo, a la Patria, a los familiares. Significa que, si en alguna ocasión esos amores pretenden competir con Dios y separarnos de Él, tendremos que recordar y recordarles que somos cristianos y que precisamente por eso sólo ante Dios nos postramos y sólo a Él adoramos.
A la vez, este estricto monoteísmo que profesamos nos enseña que sólo de Dios podemos esperarlo todo y sólo en Él podemos encontrar la felicidad. Eso nos ayuda a ser menos exigentes con los demás, a entender que, como ellos no son Dios, es normal que no sean perfectos y, sobre todo, a no pretender que ellos nos hagan felices, pues como muchos pueden colaborar a que lo seamos, pero no pueden darnos la felicidad plena pues eso escapa a las posibilidades de cualquier ser humano. También nos ayuda a no desesperar de nosotros mismos al comprobar nuestras imperfecciones; basta con que estemos en la lucha por alcanzar la santidad, con que empecemos cada vez que hemos caído.
Propósito: Poner a Dios en el primer lugar de la vida. No hacer de nadie ni de nada -persona, dinero o trabajo- un "dios" al que nos consagramos y del que esperamos la felicidad ..
miércoles, 10 de noviembre de 2010
TEMA DE MEDITACIÓN Y FORMACIÓN: ARCA DE LA ALIANZA
Primera Semana
Arca de la Alianza.
En las Letanias decimos que María es el "Arca de la Alianza". ("Arca de la Nueva Alianza", deberíamos decir mejor), pues fue en su vientre donde se gestó esa nueva alianza que Dios quiso hacer con los hombres cuando decidió enviar a su Hijo, Jesucristo, para redimir a los hombres.
El Antiguo Arca de la Alianza, era un baúl de maderas nobles, protegido por dos Ángeles también de madera o quiza de oro. Sin embargo, no era el arte ni el precio de los materiales lo que hacian valioso al Arca. Los israelitas lo custodiaban con esmero porque en su interior se conserban las tablas de la ley que Yahvé entregó a Moisés en el Sinaí.
El Arca era, por lo tanto, el objeto más sagrado del Pueblo judío, pues contenía el documento, escrito en piedra, que testificaba la alianza entre Dios y su pueblo. Un documento, una alianza, que establecía obligaciones para las dos partes firmantes del mismo. El pueblo tenía que cumplir los mandamientos de la ley, a cambio, Yahvé protegería al pueblo de sus muchos enemigos, los vecinos que querian conquistarle, las malas cosechas o las enfermedades.
Las tablas de la ley eran, por así decirlo, un documento notarial. Eran, además, la prueba de que Dios había intervenido en la historia y que, por lo tanto, los israelitas no estaban hablando de mitos, como los pueblos vecinos, sino de cosas reales y tangibles. Tan tangibles como las plagas contra el Egipto esclavisador, como el maná del desierto o como el agua que salía de la roca para saciar la sed del pueblo.
¿Que sentido tiene decir que María es el "Arca de la Alianza" ?. En primer lugar hay que destacar la nobleza de los materiales. Si el primer arca era valiosa por sí misma, por haber estado confecionada con roble, con nogal, con ébano o con cualquier otra madera costosa, más valiosa era la segunda, constituida por una persona viva, por un ser humano, por la Inmaculada, por María. Y así el primer arca era un tesoro preciadísimo por el echo de conteneren él las tablas de la ley, más valor tenía la segunda, que llevó en su vientre, custodió, alimentó, dio carne y afecto, no a un documento escrito en piedra sino al autor mimo del documento. María no protegió durante su embarazo, a un acta notarial, sino que llevó en su seno al mismísimo Hijo de Dios, el cual, más que ninguna otra prueba, era la manifestación esplícita y definitiva de que Dios se interesaba por su pueblo, de que Dios se introducia en la historia de los hombres para salvar a los hombres.
Por eso me gustan algunas antiguas imágenes de María que la representaban como una mujer embarazada y en cuyo vientre se había echo un hueco para introducir el Santísmo.
Estas imágenes sagrario son una auténtica lección de Teología. Ella, la joven Virgen es, a la vez, protectora del tesoro mayor que han podido contemplar los tiempos: EL HIJO DE DIOS ECHO HOMBRE. Y lo protege no con herrajes, con cadena, con gruesas tablas de la mejor madera o con espesos muros del más duro forjado. Lo protege con la fáagil pared de la piel humana, con la poderosa fuerza del AMOR DE UNA MADRE.
Pidámosle a María, cuando la contemplamos como "Arca de la Alianza", que seamos también nosotros capaces de convertirnos en portadores de Dios. En "dignos" portadores de Dios. Que los que nos vean, los que saben que somos cristianos y saben, quizá, que vamos a MISA y COMULGAMOS, no tengan la inpresión de que somos tabernáculos corrompidos sino DIGNOS TEMPLOS del SEÑOR; DIGNOS TEMPLOS del ESPÍRITU SANTO.
Y luego pensemos que en nosotros, como en María, no se guardan tablas de piedra, sino una nueva ley, una nueva alianza, LA DEL AMOR. LA DE LA CARIDAD. No debemos pues aspirar sólo a los mínimos, a cumplir los mandamientos de Moisés, sino a los máximos, los mandamientos de la ley cristiana, de las bienaventuranzas...
Propósito: Agradecer a Dios que Nuestra Madre se haya convertido en el sagrario más precioso porque contuvo no una tabla de piedra sino al propio Dios. E imitarla.
Arca de la Alianza.
En las Letanias decimos que María es el "Arca de la Alianza". ("Arca de la Nueva Alianza", deberíamos decir mejor), pues fue en su vientre donde se gestó esa nueva alianza que Dios quiso hacer con los hombres cuando decidió enviar a su Hijo, Jesucristo, para redimir a los hombres.
El Antiguo Arca de la Alianza, era un baúl de maderas nobles, protegido por dos Ángeles también de madera o quiza de oro. Sin embargo, no era el arte ni el precio de los materiales lo que hacian valioso al Arca. Los israelitas lo custodiaban con esmero porque en su interior se conserban las tablas de la ley que Yahvé entregó a Moisés en el Sinaí.
El Arca era, por lo tanto, el objeto más sagrado del Pueblo judío, pues contenía el documento, escrito en piedra, que testificaba la alianza entre Dios y su pueblo. Un documento, una alianza, que establecía obligaciones para las dos partes firmantes del mismo. El pueblo tenía que cumplir los mandamientos de la ley, a cambio, Yahvé protegería al pueblo de sus muchos enemigos, los vecinos que querian conquistarle, las malas cosechas o las enfermedades.
Las tablas de la ley eran, por así decirlo, un documento notarial. Eran, además, la prueba de que Dios había intervenido en la historia y que, por lo tanto, los israelitas no estaban hablando de mitos, como los pueblos vecinos, sino de cosas reales y tangibles. Tan tangibles como las plagas contra el Egipto esclavisador, como el maná del desierto o como el agua que salía de la roca para saciar la sed del pueblo.
¿Que sentido tiene decir que María es el "Arca de la Alianza" ?. En primer lugar hay que destacar la nobleza de los materiales. Si el primer arca era valiosa por sí misma, por haber estado confecionada con roble, con nogal, con ébano o con cualquier otra madera costosa, más valiosa era la segunda, constituida por una persona viva, por un ser humano, por la Inmaculada, por María. Y así el primer arca era un tesoro preciadísimo por el echo de conteneren él las tablas de la ley, más valor tenía la segunda, que llevó en su vientre, custodió, alimentó, dio carne y afecto, no a un documento escrito en piedra sino al autor mimo del documento. María no protegió durante su embarazo, a un acta notarial, sino que llevó en su seno al mismísimo Hijo de Dios, el cual, más que ninguna otra prueba, era la manifestación esplícita y definitiva de que Dios se interesaba por su pueblo, de que Dios se introducia en la historia de los hombres para salvar a los hombres.
Por eso me gustan algunas antiguas imágenes de María que la representaban como una mujer embarazada y en cuyo vientre se había echo un hueco para introducir el Santísmo.
Estas imágenes sagrario son una auténtica lección de Teología. Ella, la joven Virgen es, a la vez, protectora del tesoro mayor que han podido contemplar los tiempos: EL HIJO DE DIOS ECHO HOMBRE. Y lo protege no con herrajes, con cadena, con gruesas tablas de la mejor madera o con espesos muros del más duro forjado. Lo protege con la fáagil pared de la piel humana, con la poderosa fuerza del AMOR DE UNA MADRE.
Pidámosle a María, cuando la contemplamos como "Arca de la Alianza", que seamos también nosotros capaces de convertirnos en portadores de Dios. En "dignos" portadores de Dios. Que los que nos vean, los que saben que somos cristianos y saben, quizá, que vamos a MISA y COMULGAMOS, no tengan la inpresión de que somos tabernáculos corrompidos sino DIGNOS TEMPLOS del SEÑOR; DIGNOS TEMPLOS del ESPÍRITU SANTO.
Y luego pensemos que en nosotros, como en María, no se guardan tablas de piedra, sino una nueva ley, una nueva alianza, LA DEL AMOR. LA DE LA CARIDAD. No debemos pues aspirar sólo a los mínimos, a cumplir los mandamientos de Moisés, sino a los máximos, los mandamientos de la ley cristiana, de las bienaventuranzas...
Propósito: Agradecer a Dios que Nuestra Madre se haya convertido en el sagrario más precioso porque contuvo no una tabla de piedra sino al propio Dios. E imitarla.
martes, 9 de noviembre de 2010
PALABRA DE VIDA. Hijos Vivos Del Dios Vivo
"Y que resuciten los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos están vivos. (Lc 20, 37-38)
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Conviene esta semana revisar nuestra fe en la Resurrección de Cristo y en la propía resurección. Es importante en estos tiempos de tanta confusión tener bien claras las ideas y asumir sin ninguna duda la doctrina oficial de la Iglesia, basada en la revelación enseñada por Cristo y en la propia experiencia del Maestro, que murió y resucitó de entre los muertos.
Pero es importante también estar de verdad vivos aquí en la tierra, mientras esperamos y proclamamos la existencia de la vida eterna en el cielo.
Para lograrlo, tenemos que intentar llevar aquí una vida que sea de verdad "VIDA" y que no sea una especie de compromisa entre la vida de la gracia y la vida del pecado, una especie de tibieza que al final haga que no seamos ni de unos ni de otros. No lo olvidemos, a los tibios Dios los vomita.
Seamos , pues, hijos vivos del Dios vivo, a base de tener amor en nuestro corazón y en nuestras manos. Si nosotros hacemos daño al prójimo, si obramos mal o dejamos de obrar bien, entonces los demás dirán que los seguidores de Cristo no son generadores de amor, sino de pecado, y se lo apuntarán a la cuenta del Señor, haciendole a Él responsable de nuestras faltas. S, en cambio, obramos de manera coherente con nuestra fe, entonces llamaremos la atención al menos de algunos, que quizá se sientan interesados en profundizar en una religión practicada por gente buena que brilla como luz en un mundo cada vez más sumido en la oscuridad.
Propósito: Confesarnos para estar en gracia de Dios y estar asi llenos de vida. Rechazar todo sincretismo con otras creencia sobre la vida después de la muerte, creyendo en la resurección.
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Conviene esta semana revisar nuestra fe en la Resurrección de Cristo y en la propía resurección. Es importante en estos tiempos de tanta confusión tener bien claras las ideas y asumir sin ninguna duda la doctrina oficial de la Iglesia, basada en la revelación enseñada por Cristo y en la propia experiencia del Maestro, que murió y resucitó de entre los muertos.
Pero es importante también estar de verdad vivos aquí en la tierra, mientras esperamos y proclamamos la existencia de la vida eterna en el cielo.
Para lograrlo, tenemos que intentar llevar aquí una vida que sea de verdad "VIDA" y que no sea una especie de compromisa entre la vida de la gracia y la vida del pecado, una especie de tibieza que al final haga que no seamos ni de unos ni de otros. No lo olvidemos, a los tibios Dios los vomita.
Seamos , pues, hijos vivos del Dios vivo, a base de tener amor en nuestro corazón y en nuestras manos. Si nosotros hacemos daño al prójimo, si obramos mal o dejamos de obrar bien, entonces los demás dirán que los seguidores de Cristo no son generadores de amor, sino de pecado, y se lo apuntarán a la cuenta del Señor, haciendole a Él responsable de nuestras faltas. S, en cambio, obramos de manera coherente con nuestra fe, entonces llamaremos la atención al menos de algunos, que quizá se sientan interesados en profundizar en una religión practicada por gente buena que brilla como luz en un mundo cada vez más sumido en la oscuridad.
Propósito: Confesarnos para estar en gracia de Dios y estar asi llenos de vida. Rechazar todo sincretismo con otras creencia sobre la vida después de la muerte, creyendo en la resurección.
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