sábado, 13 de noviembre de 2010

CARTA DE P. SANTIAGO

    Queridos Franciscanos de María, la palabra de vida de esta semana nos invita a no adorar a nadie más que a Dios. Sólo Dios es Dios y nosotros no lo somos. Ese es un punto de partida básico para toda espíritualidad y para toda antropología, que golpea directamente a la tesis de soberbia y endiosamiento que esta cultura del relativismo promueve por doquier . Por lo tanto, lo primero que debemos hacer es no adorarnos a nosotros mismos, es decir: no pretender que los demás nos adoren; lo hacemos, quizá sin darnos cuenta, cuando nos convertimos en el centro de todo, cuando queremos que los demás vivan para hacernos felices o para darnos comodidades o para someter su voluntad a la nuestra. Una vez echo esto, tenemos que seguir con este profeso de "derribar de su trono a los falsos dioses", por ejemplo; no pongamos en el primer lugar de nuestra vida el dinero -no digo que no tiene importancia, sino que no debemos permitir que nuestra conciencia sucumba con tal de conseguirlo-, o el poder o el éxito y la fama, o el sexo o, en definitiva, todas aquellas cosas y personas que en un momento dado pretenden ocupar el primer lugar en nuestro corazón. Una vez más, un termómetro para ver el nivel de nuestra adoración a Dios o a los dioses es el tiempo: ¿cuánto dedicamos a estar con el Señor y cuánto a la televisión, por ejemplo?. Claro que necesitamos distraernos y descanzar, pero también necesitamos estar con Dios y no solemos encontrar tiempo para Él mientras que si lo encontramos para las cosas del mundo.

     EN CUANTO AL TEMA DE FORMACIÓN DE ESTA SEMANA: Nos fijaremos en María como Reina de los Patriarcas; una vez más, esta letania nos remonta al Antiguo Testamento y, en contra de lo que puede parecer a primera vista, es útil y enriquecedor fijarnos en la lección de los viejos testigos que precedieron a Jesucristo, en este caso los Patriarcas; ellos nos precedieron en el camino de la fe: de echo Abraham, el primero de todos, es un modelo de esa fe y de la primacía que daba a Dios en su vida ; nosotros, como ellos, como María, debemos a aprender a confiar en Dios incluso cuando no entendemos sus plane y cuando el Señor nos pide algo que nos cuesta mucho darle, como fue el caso del sacrificio de Isac.

    El fin de semana pasado he celebrado el congreso de Franciscanos de María de Venezuela y el Lunes pude estar en la ciudad de Maracaibo, con nuestra comunidad de allí. En Venezuela hay cerca de" 70 escuelas de Agradecimiento" y tenemos dos Sacerdotes y 20 Seminaristas Diocesanos que se forman en el Seminario Interdiocesano de Valencia y que serán, si Dios quiere Sacerdotes de Franciscanos de María no de la rama religiosa sino de la Diocesana. Los Franciscanos de María de Venezuela están llevndo delante de manera ejemplar  y heroica no sólo la puesta en practica de la palabra de vida en su vida personal, sino también la defensa de la Iglesia ante los continuos ataques que sufre de parte del gobierno. Necesitan nuestra oración, pero son un ejemplo, quiza el mejor que tenemos en nuestra ya gran familia del Agradecimiento. También os pido Oraciones por nuestro hospital en Bolivia; se ha producido un desfalco por parte de la administradora y hay una deuda de 75000 dólares que se está intentando minorar y que si no se resuelve nos obligaría a dejar la gestión del Hospital. 

     Os invito, por último, a que leáis el documento del Papa sobre la palabra de Dios y a que recéis por los monjes Benedictinos del Valle del Escorial que están siendo victimas de una injustificable agresión por parte del Gobierno socialista español.

         P. Santiago.     

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