domingo, 2 de octubre de 2011

El suicidio protestante

P. Santiago Martín..
Los Episcopalianos -los anglicanos de Estados Unidos- se hunden. En diez años han perdido un 30 por 100 de sus feligreses. Un tercio de sus parroquias reúne a menos de 40 personas para la única celebración litúrgica que hace el domingo. Incluso 36 de sus catedrales no congregan ni a 200 fieles en el fin de semana. ¿Y esto por qué?
Si las cosas fueran según la lógica aparentemente aplastante que usa la gente, los Episcopalianos deberían tener los templos a rebosar. Tienen curas casados; desde 1930 aceptan los anticonceptivos; desde 1976 tienen sacerdotisas; desde 1989, obispas; desde el 2000 dejaron de considerar pecado el adulterio; en 2003 ordenaron obispo a un homosexual que vivía con su pareja; en 2006 aceptaron el matrimonio homosexual; en 2010 ordenaron a una obispa lesbiana activa y, por supuesto, son pro abortistas. Tienen, por lo tanto, todo aquello con que sueñan los curas, laicos y teólogos católicos más disparatadamente progresistas y, sin embargo, lo que no tienen son feligreses. Vuelvo a preguntar, ¿y esto por qué?
La respuesta a esta pregunta la dio, valientemente, el Papa la semana pasada en su reunión en Erfurt (Alemania) con los principales líderes luteranos de su país. Porque su ansia de acercarse al mundo les ha hecho alejarse de Dios, de su palabra, de su mensaje. Y el resultado es una bazofia tan nauseabunda que sólo a los que les gusta la basura les puede resultar apetecible.
Pero no hay que pensar que este es un problema de esa “Iglesia” solamente. Están igual los luteranos, los presbiterianos, los de la Iglesia Unitarista –la de Obama- y, por supuesto, los anglicanos de Inglaterra. Un estudio llevado a cabo entre las sacerdotisas anglicanas del Reino Unido, arroja las siguientes cifras: Un tercio no cree en la maternidad virginal de María, la mitad no cree que Cristo resucitó, otro tercio niega la Trinidad y una cuarta parte ni cree en Dios Padre ni en el Espíritu Santo.
Y a eso es a donde nos quieren conducir a nosotros, los católicos. De hecho, aunque estemos aún muy lejos de esos extremos, en estos años hemos recorrido ya una parte del camino. Si se hiciera un estudio serio y anónimo entre el clero, ¿cuántos admitirían creer en el infierno e incluso en la vida eterna? ¿cuántos creerían en los cuatro dogmas marianos? ¿cuántos en la infalibilidad del Papa? ¿cuántos en la presencia real de Cristo en la Eucaristía? La deriva de la Iglesia hacia el protestantismo –con signos evidentes no sólo en dogma y moral sino en la liturgia y hasta en la arquitectura, como quitar el sagrario de los templos y ponerlo en capillas laterales-, ha sido frenada por la valiente actitud de los últimos Papas, pero el peligro no ha pasado ni mucho menos. Dentro hay fuerzas tan poderosas que pugnan por precipitarnos al abismo. Tan poderosas como las que hay fuera. Porque ambas proceden del mismo enemigo. Pero a éste siempre termina por pisarle la cabeza la Santísima Virgen. Por eso los amigos del enemigo insisten tanto en atacar a María. Saben lo que hacen, pero no prevalecerán.

Palabra de Vida: XXVII domingo: El cansancio de Dios.

P. SANTIAGO: QUERIDOS FRANCISCANOS DE MARÍA....

Fecha: sábado, 1 de octubre de 2011, 6:30

Queridos franciscanos de María, la parábola de esta semana es de esas que no nos gustan, o que al menos no gusta a la mayoría. Porque no es agradable ver a Jesús enfadado o profiriendo amenazas. No encaja en la imagen un poco dulzona y acaramelada que hemos hecho de Él en las últimas décadas. Los “evangelios molestos” hace tiempo que desaparecieron si no de los textos oficiales sí de la predicación. Lo mejor, lo más requerido y aplaudido, es decirle a la gente que Dios la quiere mucho y que no se preocupe por nada más.
Pero resulta que esos “evangelios molestos” siguen ahí, incómodos, inquietantes, insobornables. Siguen diciéndonos lo que no queremos oír: que tenemos obligaciones y que vamos a ser juzgados –sí, juzgados- en función del cumplimiento de esas obligaciones. Es cierto que será un juicio lleno de misericordia, pero no dejará de ser un juicio. Eso de que todo el mundo está salvado es uno de los trucos más eficaces del demonio para engañar a los que quieren ser engañados.
Por eso, esta semana nos conviene desperezarnos y preguntarnos si estamos cumpliendo bien con nuestros deberes; si, al menos estamos haciendo el mínimo y si ese mínimo lo estamos haciendo con alegría, sin darnos importancia, sin pedir nada a cambio, simplemente porque es nuestra obligación. Deberíamos preguntarnos después si estamos intentando hacer algo más que ese mínimo, si estamos luchando por hacer el bien posible o si sólo nos conformamos con no hacer el mal. No podemos abusar de la paciencia de Dios. Si hemos hecho el mal, confesémonos, admitamos nuestro pecado, tengamos al menos conciencia de culpa. Y procuremos vencer el mal a fuerza de bien, como hizo Cristo.
Para el tema de formación de esta semana os envío un artículo adjunto sobre la situación en que se encuentran las Iglesias protestantes en general. Es muy interesante, pues sirve como argumento ante aquellos que continuamente nos dicen que la Iglesia debe modernizarse y ponerse al día para que venga más gente. Podéis ver más información en nuestra web de apologética: http://www.catolicos-on-line.org/.

Tenemos un problema serio con Magníficat. Os pido oraciones.
P.Santiago

domingo, 7 de agosto de 2011

Queridos Franciscanos de María.

Fecha: sábado, 6 de agosto de 2011, 10:40




Queridos franciscanos de María, la palabra de vida de esta semana se nos ofrece como una invitación a la confianza en un momento en el que todo parece decir que no hay motivos humanos para ello. Con la economía de Estados Unidos como nunca –y no digamos la española, o la italiana o la europea en general-, parece como si los cimientos del mundo se resquebrajaran. Nuestra época se parece a aquella otra en la que se vio arder y ser saqueada a la espléndida Roma, que dejó de ser la capital de un imperio para convertirse en una hermosa y gloriosa ruina. Y si esto pasa a nivel mundial, cada uno tendrá seguramente sus propios miedos, incertidumbres, angustias. Algunas serán económicas e irán ligadas a la situación general. A otros les hará temblar la salud o llorarán por algún ser querido que ha muerto o verán cómo su familia se desintegra. Y entonces, ante tantas dificultades, sentiremos lo que el apóstol cuando intentó andar sobre el agua: que el suelo no es firme, que se hunde bajo nuestros pies, que nos hundimos, que nos ahogamos. Y quizá también entonces le preguntaremos al Señor por qué nos ha abandonado, por qué no nos rescata del abismo, por qué parece sordo y ciego ante nuestro dolor. Y hasta es posible que dudemos de Él, de su existencia o de su amor. Así somos los hombres: cuando todo va bien nos atribuimos el mérito y cuando va mal responsabilizamos a Dios.

Por eso, ante todo, el mensaje de esta semana nos invita a no perder la calma, a recordar que en nuestra vida y en la del mundo ya hemos pasado por situaciones difíciles anteriormente y que si nos aferramos a Dios saldremos de esta como hemos salido de otras. Creer en Dios es imprescindible en los buenos momentos para que el éxito no se nos suba a la cabeza –y eso no lo hemos hecho cuando la opulencia nos envolvía y vivíamos días de vino y rosas-, pero al menos deberíamos hacerlo por nuestro propio bien cuando la situación se vuelve difícil y todo se viene abajo. Siempre es la hora de la fe. Antes, cuando iba bien, por justicia y agradecimiento, ahora al menos por interés.

Volvamos a Dios y ayudemos a tantos que están desorientados y confusos a volver. Cuando pase la tormenta quizá escuchemos al Señor decirnos: “hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?”. Pero, para que si nos lo dice no sea tan fuerte su regañina, hagamos todo lo posible por mantener la calma y la confianza. Y por ayudar a los que, por no tener una experiencia de Dios, se hunden alrededor nuestro sin esa tabla de salvación que es tener fe.

Esta semana, por otro lado, van a ir llegando los peregrinos para la JMJ. El sábado próximo comenzaremos nuestro congreso en nuestra casa de ejercicios espirituales. Allí daremos el pistoletazo de salida a la rama juvenil de nuestro movimiento, los “Jóvenes por el Papa”. Es tiempo de crisis, pero también es una hora muy apropiada para acoger la petición de Cristo que hoy, como en la época de San Francisco, nos pide ayuda y nos dice “Repara mi casa que, como ves, amenaza ruina”. Os pido oraciones para que todo vaya bien, para que todo vaya según el Señor y su Santísima Madre han previsto.

         P. Santiago

XIX domingo: ¿Por qué has dudado?

Franciscanos de María


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XIX domingo: ¿Por qué has dudado?



7 de agosto de 2011



“Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: ‘¡Señor, sálvame!’. En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ‘¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?’” (Mt 14, 31-33)





Lo normal en la vida es atravesar momentos de duda, momentos en los cuales nos parece que Dios está muy lejos de nosotros, si es que existe. Son los momentos decisivos, los momentos en que se pone a prueba nuestra fe. Quisiéramos que el Señor nos respondiera siempre rápidamente, que nunca tuviéramos la sensación de soledad, que Dios nos solucionara los problemas cuando nos agobian.

En cambio, la enfermedad, la decepción, el fracaso, nos hacen sentir con toda su crudeza el peso de aquella cruz que llevó Cristo sobre sus hombros y que también a él le llevó a preguntarle al Padre por qué le había abandonado.

Para salir de esta situación no hay nada como recordar los dones recibidos en el pasado, las pruebas que en tantas ocasiones Dios nos ha dado de su existencia y de su amor solícito por nosotros. Desde ahí, no nos queda más remedio que ponernos en sus manos y, pidiéndole que nos ayude, hacer como Pedro: arrojarnos al lago para hacer lo imposible: andar sobre las aguas con la ayuda de Dios. Y si sentimos que nos hundimos, que nos falta la fe, no dudemos en pedir ayuda como hizo San Pedro, aunque el Señor nos regañe por nuestra poca fe. Andar sobre el agua, símbolo de entender los planes de Dios, no nos es posible. Del mismo modo que nuestra naturaleza impide lo que permite a los peces, nuestra inteligencia se encuentra limitada para comprender los planes de Dios. Pero tener fe sí es posible. Creer sin entender, aceptar el misterio, asumir que Dios es más grande que nosotros, está a nuestro alcance, con su gracia.

Propósito: Cuando tengas un problema y te parezca que Dios no te ayuda, recuerda momentos anteriores. Ten paciencia y no olvides que Dios escribe derecho con renglones torcidos.

martes, 2 de agosto de 2011

"PERO....SOLO TENGO ESTO, SEÑOR.

Se dice que:
    Cuando los pastores se alejaron y la quietud vovió, el Niño del Pesebre levantó la cabeza y miró la puerta entreabierta.
Un muchacho joven, tímido, estaba allí, temblando y temeroso.
   -Acércate le dijo Jesús, ¿por qué tienes miedo?
   -No me atrevo......no tengo nada para darte.
   -Me gustaría que me des un regalo, dijo el recién nacido.
El joven intruso enrojeció de verguenza y balbuceó;
   -De verdad no tengo nada...nada es mío, si tuviera algo, algo mío te lo daría.....
   -Mira....
Y buscando en los bolsillos de su pantalón andrajoso, sacó una hoja de cuchillo
herrumbrada que había encontrado.
   -Es todo lo que tengo, si la quieres te la doy....
   -No, -contestó Jesús...
   -Guárdala. Querría que me dieras otra cosa. Me gustaría que, me hicieras tres regalos.
   -Con gusto dijo el muchacho pero....¿qué?
   - Ofréceme el último de tus díbujos...el chico, cohibido, enrojeció.
   -Se acercó al pesebre y, para impedir que José y María lo oyeran, murmuro algo al oído del niño Jesús...
   -No puedo...mi díbujo es horrible....¡nadie quiere mirarlo...!
   -Justamente, por eso lo quiero...siempre tienes para ofrecerme lo que los demás rechazan y lo que no les gusta de ti. Además quisiera que me dieras tu plato.
   -Pero...¡lo rompí esta mañana! tartamudeó el chico.
   Por eso lo quiero...Debes ofrecerme siempre lo que está quebardo en tu vida, Yo quiero arreglarlo...
Y ahora insistió Jesús....
   -repíteme la respuesta que le diste a tus Padres, cuando te preguntaron como habías roto el plato.
   -El rostro del muchacho se ensombreció, bajo la cabeza avergonzado y, tristemente, murmuró:
   Les mentí...Dije que el plato se me cayó de las manos, pero no es cierto...¡estaba enojado y, lo tiré con rabia!
   -Eso es lo que quería oírte decir, dijo Jesús,
   -dame siempre lo que hay de malo en tu vida, tus mentiras, tus calumnias, tus cobardias. Yo voy a descargarte de ellas...No tienes necesidad de guardarlas...
---Quiero que, seas feliz y siempre voy a perdonar tus faltas.
   -A partir de hoy me gustaría que vinieras todos los días a mi Casa.

martes, 19 de julio de 2011

SEGUNDO PASO: REUNIR LAS PERSONAS ADECUADAS

SEGUNDO PASO: REUNIR LAS PERSONAS ADECUADAS


Sabiendo ya lo que se busca al acudir a una "escuela de agradecimiento", para poner en marcha uno de estos grupos hay que llevar a cabo una labor de apostolado mediante la cual se ofrecerá a aquellos a los que creamos que puede interesarle profundizar en esta experiencia humana y religiosa. Es muy importante dejar claro desde el principio lo que se afirmaba al final del apartado anterior: es un grupo católico que quiere estar siempre en sintonía con la Iglesia católica, fiel al Papa y los Obispos. Además de esta fidelidad a la Iglesia y a su jerarquía, las personas invitadas a la "escuela" deben aceptar también la fidelidad no sólo a la espiritualidad sino al método.

Este método consta de dos partes. Una se hace en la reunión de grupo y la otra fuera de ella. Dentro de la reunión de grupo, en lo que propiamente se llamaría “escuela de agradecimiento”, los miembros que la integran van a poner en común el resultado de su trabajo durante la semana y van a tomar conciencia de cuál es el trabajo que deberán hacer durante la semana siguiente. Lo importante, pues, no es lo que se hace en la reunión de grupo, sino lo que se hace fuera de ella. La reunión es siempre un punto de llegada y un punto de partida. Se llega con las experiencias vividas durante la semana y se sale para llevar a cabo nuevos actos de amor; la presencia del Señor en medio de los discípulos (Mt 18, 20) es la que garantiza, si de verdad está presente, que durante la celebración de la reunión se produzca un encuentro gratificante, consolador, iluminador con el propio Cristo y se salga de la escuela con un ímpetu mayor, con un deseo mayor de amar y hacer amar a Cristo. La “tarea” semanal consiste en el cumplimiento personal de tres tareas, complementarias e igualmente importantes. La primera es la que concierne a la vida espiritual (oración diaria, misa diaria cuando es posible, confesión frecuente). La segunda hace referencia a la formación (dentro de la oración diaria no debe falta un tiempo de meditación sobre los motivos de agradecimiento que tenemos para con Dios, especialmente aquellos que vienen indicados en el Tema de Formación del mes). La tercera concierne a la práctica del Evangelio como demostración concreta del amor que le tenemos al Señor (consiste en la puesta en práctica del propósito semanal, llamado “palabra de vida”, extraído del Evangelio del domingo). Como se ha dicho, además de esta tarea que el miembro de la “escuela” debe llevar a cabo en su vida normal y de la que se hace revisión en la reunión, se invita a todos los Franciscanos de María (esta invitación se convierte en un compromiso para los que han hecho las promesas) a llevar a cabo actividades de voluntariado al servicio de los necesitados, siempre que les sea posible.

Todos pueden ser invitados a las “escuelas de agradecimiento”, incluidos aquellos que participan en otros movimientos de espiritualidad en la Iglesia, siempre que no les cree confusión y que ellos experimenten lo que aprenden en la “escuela” como algo complementario a lo que aprenden en otros sitios. El grupo se puede constituir con personas casadas o solteras, jóvenes o mayores. Sería deseable buscar la mayor homogeneidad posible: edades parecidas o situaciones civiles semejantes; por ejemplo: una "escuela de agradecimiento" de jóvenes, o de matrimonios, o de señoras. De este modo se puede profundizar más en la comunicación, pues la similitud de situaciones ayuda a que la comprensión entre los miembros de la escuela sea mayor.



TERCER PASO: CRECER EN UNIDAD

Sabiendo ya lo que se quiere hacer y contando con alguien para hacerlo, a continuación hay que ponerse en comunicación con la fuente de donde ha surgido esta espiritualidad. Esta unidad con la fuente es imprescindible para crecer de forma coherente y recta, sin desviaciones. De lo contrario, se puede caer en la manipulación de un carisma eclesial, apropiándose indebidamente un nombre y un proyecto. Si bien las "escuelas de agradecimiento" gozan de un amplio grado de autonomía, la práctica de esta espiritualidad supone hacerlo todo en unidad, pues sin unidad no hay amor y sin amor no cabe ningún agradecimiento.

Para informarse acerca de cualquier requisito que se precise, se puede hacer por correo electrónico a: consultas@frmaria.org o al coordinador que los Franciscanos de María tienen en cada país (ver la sección Contacte con nosotros en esta misma página web).



El deseo de los Franciscanos de María, como se ha dicho, es llenar el mundo de personas que vivan una relación con Dios y con el prójimo basada en la gratitud. Personas que, además de acercarse al Señor a pedirle ayuda, acudan también a su lado a darle las gracias y a ofrecerse a Él. Nuestro sueño sería llenar el mundo de cristianos que vivan una relación con Dios tal que, si San Francisco volviera a tener la visión que tuvo, saliera de ella riendo y no llorando, a la vez que decía: "El Amor sí es amado". Queremos amar al Amor y hacerle amar. Por eso nos llamamos "misioneros del agradecimiento". Pero nada de todo esto será posible sin la unidad –a la jerarquía de la Iglesia y entre nosotros-, pues la evangelización tiene como requisito imprescindible la acción de Dios, ya que es Él quien toca los corazones de los hombres y enciende en ellos la llama de su amor. Y fue él quien dijo, en aquella oración al Padre pronunciada a modo de testamento poco antes de morir: "Padre, que todos sean uno para que el mundo crea". Sin unidad no hay eficacia apostólica posible y nuestra misión estará condenada al fracaso.

CÓMO FUNCIONA UNA ESCUELA DE AGRADECIMIENTO

PRIMER PASO: CONOCER Y VIVIR LA ESPIRITUALIDAD

Para poner en marcha una "escuela de agradecimiento", es necesario que quien tiene la iniciativa conozca primero la espiritualidad de los Franciscanos de María y la esté intentando practicar. También debe conocer, al menos teóricamente, el método de funcionamiento de las escuelas.

La espiritualidad del agradecimiento es una espiritualidad que tiene muchas facetas, pero que se puede resumir en una palabra y en dos personajes como modelos para vivir esa palabra. La palabra es gratitud y los personajes son la Santísima Virgen María y San Francisco de Asís.

El agradecimiento es una virtud humana que todos deberíamos practicar para ser verdaderos seres humanos maduros. Desde esta perspectiva meramente humana, se practica hacia muchos: los padres, que nos han dado la vida; todos los que nos dan o nos han dado en algún momento apoyo y afecto; los que nos han ayudado en cuestiones económicas o laborales; los que han contribuido a nuestra formación, y un largo etcétera. Pero, sobre todo, el agradecimiento es una virtud que tiene una profunda raíz cristiana, pues no en vano Cristo quiso que su liturgia, su modo perfecto de relacionar a Dios con los hombres, fuera una "acción de gracias", una "Eucaristía". Vivir el agradecimiento desde una perspectiva religiosa significa vivirlo desde una perspectiva humana y añadirle la dimensión espiritual, o lo que es lo mismo: introducir en los motivos de agradecimiento la deuda de amor que tenemos para con Dios y darle a la gratitud el carácter de "deber", tanto cuando se aplica a Dios como cuando se aplica a los hombres. El cristiano es consciente del infinito amor que Dios le tiene y sabe que tiene para con su Señor un "deber" de gratitud; sabe también que esa gratitud es una obligación para con el prójimo –familia, amigos y todos los demás que han hecho algo por él de alguna manera-. La "escuela de agradecimiento" va a intentar despertar en el "alumno" que acude a ella la conciencia de esa deuda y de esos deberes. Se tratará, pues, de hacerse conscientes de que Dios nos ama y de que hay muchas cosas en la vida que están yendo bien, por mucho que haya otras que están yendo mal. Se asiste a la "escuela de agradecimiento" para aprender a agradecer, a Dios y al prójimo, y para ello hay que ir descubriendo cuáles son los motivos de agradecimiento.

Si esta es la espiritualidad, los dos modelos que tenemos los Franciscanos de María para intentar vivirla son la Santísima Virgen y San Francisco de Asís.

Fue San Francisco aquel al cual el Señor le reveló su dolor porque los hombres no le amaban y sólo acudían a Él a pedirle cosas; las palabras del santo de Asís: "El Amor no es amado", son una expresión del dolor que sienten los verdaderos cristianos cuando comprenden que el Señor sufre al no encontrar en los hombres el amor al que tiene derecho. Hacer amar al Amor, hacer amar a Cristo que es el Amor, y empezar a amarlo uno mismo, es el objetivo de los "misioneros del agradecimiento" y, como se ha dicho, tienen en San Francisco un modelo histórico de primera magnitud.

En cuanto a la Santísima Virgen, ella más que nadie vivió esta espiritualidad, pues en su corazón purísimo no cabía otra motivación para amar a su divino Hijo que la gratitud. Si nadie ama a un hijo como su padre o su madre, nadie como María nos puede enseñar a amar a Jesús. En ella no había sombra de egoísmo para relacionarse con Jesús, ni tampoco de miedo. No hacía las cosas por deseo de ir al cielo o por temor de ir al infierno, aunque, naturalmente, su deseo era estar la vida entera en el paraíso. Más allá del legítimo interés por salvarse, lo que primaba en el Corazón Inmaculado de María era la gratitud hacia Dios. Toda su vida, podemos afirmarlo, fue una verdadera "eucaristía", una continua acción de gracias.

Es importante aclarar desde el principio que tanto la Santísima Virgen como San Francisco de Asís son dos personajes cien por cien católicos. Ambos nos remiten, por lo tanto, a la fidelidad plena a la Iglesia católica, al Vicario de Cristo en la tierra –el Papa- y a los Obispos diocesanos, sucesores de los Apóstoles. Ninguna sombra de duda puede quedar sobre este aspecto, tanto en el que pone en marcha un grupo como en los que participan en él.

lunes, 18 de julio de 2011

Queridos franciscanos de María:

Enviado: sábado, 16 de julio, 2011 11:58:06


Asunto: P.Santiago



Queridos franciscanos de María, el domingo pasado el Evangelio nos hablaba de un sembrador que hacía su trabajo y que no veía siempre coronado con éxito su esfuerzo. Este domingo continúa el texto de Mateo con otra parábola que utiliza de nuevo los ejemplos que la gente que rodeaba a Jesús podía entender bien. Nos habla de lo que sucede cuando nuestro esfuerzo se ve entorpecido por la maldad de otros. El Señor quiere enseñarnos, de este modo, qué debemos hacer ante situaciones así.



Pongamos nosotros también nuestro ejemplo. Unos padres católicos que se han esmerado en educar a sus hijos conforme a sus principios. Que los han llevado a un colegio de religiosos y a una buena parroquia. Y que luego ven cómo a partir de la adolescencia se alejan de la práctica religiosa, terminando por llevar una vida que, al menos en algunos puntos, es totalmente contraria a la moral católica. Han procurado para sus hijos lo mejor, siendo conscientes de que ante todo debían transmitirles la fe de sus mayores, como el gran recurso en el que apoyarse para hacer frente a la lucha de la vida. Y se sienten frustrados. Quizá han triunfado en otras cosas pero en eso, que consideran lo prioritario, han fracasado.



¿Qué nos enseña esta parábola? Ante todo, a tener paciencia. El dueño del campo calma a los obreros que, irritados, quieren ir a arrancar la cizaña, advirtiéndoles de que con ellos estropearían toda la cosecha. Hay que tener paciencia y confianza en Dios. Pero claro, la paciencia y la confianza no son sinónimos de inactividad, de inoperancia. Por eso les propone un plan: esperemos a que cada cosa –el trigo y la cizaña- den señales más claras de qué es cada una de ellas, porque cuando están naciendo se parecen mucho. Luego llegará la hora de separarlas. O lo que es lo mismo, como el mal se destruye a sí mismo, pues las malas obras no sirven para construir nada sino sólo para destruir, dedícate a hacer buenas obras y espera, cargándote de argumentos y llenando tus manos de santidad. ¿No es verdad que nuestros enemigos han utilizado contra nosotros los malos ejemplos que algunos de los nuestros han dado? Pues bien, atesoremos buenos ejemplos que ofrecer y recordémosles que lo que está pasando en esta sociedad gravemente enferma no es nuestra responsabilidad sino la de aquellos que han echado a Dios de su trono para colocar en él al hombre. La deificación del hombre, con su herramienta ideológica que es el relativismo, es la causa de lo que nos sucede. Mientras que el camino del bien conduce a la felicidad, el del mal sólo produce desgracias.



Quizá está llegando la hora de la cosecha a la que se refería Jesús en la parábola de este domingo. Una hora en la que se ve bien cuál es el fruto bueno y cuál el malo. Debemos hablar, debemos decir a los que nos rodean y están asustados por la crisis –y probablemente afectados por ella-, que no es otra cosa más que la consecuencia de un tipo de vida sin normas éticas. Porque lo que ha pasado no es que exista el pecado –siempre ha existido-, sino que ha desaparecido la conciencia de pecado y, con ello, ha desaparecido el propósito de enmienda, la lucha por mejorar, ese volver a empezar que nos dignifica y nos hace acreedores de la divina misericordia. El mundo de hoy es un mundo abandonado, rendido, no al pecado sino a la ausencia de sentido de culpa. Por eso se autodestruye. Por eso tenemos que colaborar con Cristo en la obra de la redención, diciendo a todos el por qué pasa lo que pasa.



Aprovecho para felicitaros hoy, día de la Virgen del Carmen, una fiesta especialmente hermosa para los que amamos a María. A ella nos encomendamos siempre.



Que Dios os bendiga.



P.Santiago

XVI domingo: Las manos llenas

17 de julio de 2011


“El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó” (Mt 13, 24-25)

Esta parábola es una fiel descripción de la vida misma. Mientras algunos se esfuerzan por hacer el bien, otros van por detrás sembrando cizaña, haciendo el mal, destruyendo la labor que los otros han hecho. Y como es más fácil destruir que construir, con frecuencia tenemos la impresión de que el mal avanza y de que el bien pierde continuamente terreno. Esto nos suele producir desánimo e incluso crisis de fe, y con frecuencia –como en la parábola-, le preguntamos al Señor que por qué lo permite, que por qué no interviene.



Dios tiene su tiempo y, desde luego, no es el nuestro. Debemos fiarnos de Él, pues sabe lo que se hace. Pero podemos y debemos hacer algo más. No basta con no desanimarse, hay que pasar a la acción e intentar vencer al mal con el bien. Debemos trabajar más rápido que nuestros enemigos y para ello tenemos que pensar en el magnífico salario que Cristo nos ha prometido: la vida eterna. ¿Qué haríamos por dinero? ¿No perdonaríamos, no socorreríamos, no estaríamos al lado del que sufre? Y si eso lo haríamos por cantidades más o menos grandes de dinero, ¿por qué no hacerlo por amor a un Dios que es nuestro Creador, que ha dado la vida por nosotros y que –no lo olvidemos- nos va a juzgar?

Propósito: Vencer al mal a furza del bien. Establecer
propósitos concretos, a nuestro alcance, para no caer
en la generalización y la vaguedad. Y no desalentarse.

domingo, 10 de julio de 2011

Escuelas de Agradecimeinto

ESCUELAS DE AGRADECIMIENTO

Franciscanos de María









(guía de la reunión)



[ 1 ] EMPIEZA TU REUNIÓN CON UNA ORACIÓN (Padre Nuestro, Ave María, Gloria, jaculatoria)





 LA SEMANA PASADA : 3 de julio del 2011 



[ 2 ] ESPERA TU TURNO PARA DAR TU TESTIMONIO SOBRE CÓMO VIVISTE TU AMOR A DIOS (LA PALABRA DE VIDA)

Primero: recibir el consuelo que necesitamos, en la oración y la Eucaristía. Segundo: descubrir dónde hay personas sufriendo y ser su consuelo en el nombre de Cristo.



CRITERIOS PARA DAR TU TESTIMONIO DE LA PALABRA DE VIDA:

1. dar tu testimonio es amar a tu prójimo porque le animas a vivir el Evangelio. A la vez imitas la humildad de María, que contó su experiencia espiritual a Santa Isabel en el Magníficat, afirmando que es Dios el que obra las maravillas

2. únicamente comparte los testimonios positivos, no los pecados, experiencias negativas, errores o lo malo

3. sé breve

4. no uses este tiempo para desahogarte

5. estructura tu testimonio según la fórmula: SOR: expón la Situación, explica tu buena Obra y los Resultados obtenidos. Empieza diciendo: << doy gracias al Señor, que me ha permitido servirle esta semana así… >> y luego aplica SOR.



[ 3 ] COMPARTE LA MEDITACIÓN QUE REALIZASTE ACERCA DEL AMOR DE DIOS A TI (EL TEMA DE FORMACIÓN)

Tema libre.



CRITERIOS PARA DAR TU TESTIMONIO DEL TEMA DEL MES:

1. empieza diciendo: <>

2. narra brevemente los frutos de tu meditación y contemplación.





 ESTA SEMANA : 10 de julio del 2011 



[ 4 ] DEMUESTRA TU AMOR A DIOS VIVIENDO ESTA SEMANA LA SIGUIENTE PALABRA DE VIDA:

Cada vez que tengas ganas de quejarte de algo que va mal, en tu trabajo, familia o sociedad, piensa: ¿Qué puedo hacer, qué he hecho, qué estoy haciendo? Y haz algo.



AYUDAS PARA VIVIR LA PALABRA DE VIDA:

1. como misionero del agradecimiento que eres, muestra a los demás cómo debe amarse a Dios: sin interés ni egoísmo

2. vivir el Evangelio con amor y alegría es tu demostración al Señor de lo agradecido que estás por Su amor contigo

3. no interpretes el Evangelio sino esmérate en creer, ser fiel y ponerlo en práctica, aún si no entiendes.



[ 5 ] RECIBE Y AGRADECE A DIOS SU AMOR ORANDO CONTEMPLATIVAMENTE EL SIGUIENTE TEMA DE FORMACIÓN:

Tema libre.





AYUDAS PARA MEDITAR CON FRUTO EL TEMA DEL MES:

1. el Tema del Mes te ayuda a contemplar el amor de Dios a ti y te motiva a amarlo más y ser agradecido con El. Si te cuesta poner en acción la Palabra de Vida o no aportas testimonios, podría ser que no estás meditando el amor de Dios

2. si el Tema del Mes tratara de tu relación con el prójimo, intenta también aplicarla al amor de Dios a ti.

3. medita y ora en forma personal este material, aunque sea brevemente. Proponte un método; por ejemplo: hazlo cada vez después del Angelus, al pasar frente a una Iglesia, cuando te despiertas y antes de dormir.









[ 6 ] EL MINUTO DEL AGRADECIMIENTO



EL MINUTO DEL Toma turnos con tu Escuela de Agradecimiento para completar esta oración:

AGRADECIMIENTO “SEÑOR JESÚS, TE DOY GRACIAS DE CORAZÓN POR…”





[ 7 ] OFRENDA Y ORACIÓN DE CIERRE (como al inicio; incluye al Papa, Obispos, Sacerdotes, Padre Santiago y vocaciones).

Domingo XV Dar Fruto

Domingo XV Dar Fruto


“Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron..... El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos ciento, otros sesenta, otros treinta” (Mt 13, 3-9)

No necesitamos muchas explicaciones para entender la parábola del sembrador. Necesitamos más bien honradez para reconocer que en cada uno de nosotros se ha producido la siembra y en cambio no siempre se ha producido el fruto, o todo el fruto que podría haberse dado. Y no es porque la semilla no fuera buena, o porque no fuera bueno el campo, sino más bien porque el labrador -nosotros- no hemos cuidado el terreno, no hemos sabido sacar partido a los dones de Dios.

Quizá la mediocridad sea propia de la naturaleza humana, pero aun así es una lástima, una gran pérdida. Cabe recordar aquellos versos de José María Pemán, en "El divino impaciente", puestos en boca de San Francisco Javier:

"Soy más amigo del viento, señora,

que de la brisa.

Y hay que hacer el bien deprisa,

Que el mal no pierde momento".

Nos quejamos con frecuencia de las cosas que van mal. ¿Por qué no nos preguntamos qué podríamos hacer, qué hemos hecho o qué estamos haciendo para que vayan bien? Nadie te culpará de no haber hecho el bien que no puedes hacer, pero tus pecados de omisión serán inscritos en tu cuenta para siempre y probablemente constituirán la parte más larga, más oscura, más pesada en el día del juicio.

Propósito: Cada vez que tengas ganas de quejarte de algo que va mal, en tu trabajo, familia o sociedad, piensa: ¿Qué puedo hacer, qué he hecho, qué estoy haciendo? Y haz algo.





EJERCICIO PARA AYUDARTE A VIVIR LA PALABRA DE VIDA DE ESTA SEMANA



[ 1 ] Dialoga con tu escuela de agradecimiento acerca del Día del Juicio Personal y los sentimientos que

ese día tendremos acerca de la forma que vivimos.





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domingo, 16 de enero de 2011

CARTA.

ASUNTO. P. Santiago

    Queridos Franciscanos de María, la palabra de vida de esta semana nos invita a luchar contra el pecado, pero empieza por recordarnos que no somos nosotros los que vamos a poder derrotarle, sino que es Cristo y sólo Cristo quien puede hacerlo.
Él según la definición que dio Juan el Bautista, es quien "quita el pecado del mundo" .
De echo, esa es su misión, su tarea: acabar con el pecado. Ese pecado se puede dividir en dos grades grupos, relacionados entre sí: el pecado estructural y el pecado individual: el primero sería la suma de los segundos, más el valos añadido que esa suma representa; ontra el pecado estructural -el hambre en el mundo, el paro, la injusticia social, el tráfico de drogas, etc- tenemos la impresión de que podemos hacer poco y eso quizá nos lleva a no hacer nada; contra el segundo -nuestros propios pecados- sí podemos actuar, pero si no lo hacemos a veces es porque pensamos que no merece la pena luchar dado que vamos a reincidir en aquello de lo que poco antes nos habíamos arrepentido y confesado. En cualquiera de los dos casos, hay que tener en cuenta que no somos nosotros sino que es Cristo quien quita el pecado del mundo, nosotros debemos colaborar con Cristo en esa lucha, pero es Él quien hace el milagro de vencer al enemigo, a satanás, que es quién está detras de todo pecado.

   Por eso, esta semana tenemos que empezar por reforzar nuestra unión con Dios, para que Él nos limpie y nos dé fuerza para luchar contra el pecado. Luego deberemos de ver qué podemos hacer para enfrentarnos con un tipo de pecado y con otro. En un caso será evitar la colaboración con aquellos que están detras de los pecados estructurales o ir directamente contra ellos; en el otro, nuestra actuación deberá ir dirijida a evitar las circunstancias que en ocaciones anteriores nos han facilitado el pecado , nos han empujado a él.

    No conviene olvidar, además, que el gran debate de hoy se libra en torno a la existencia o no del propio pecado. Los de la tolerancia, los autoproclamados progresistas, niegan que el pecado exista. Para ellos esa terminología es inaceptable. Nada es pecado, pues no existe una ley moral objetiva que determine que algo es malo o bueno. Lo único que se puede decir de un comportamiento es si es legal o ilegal y esto en si mismo es relativo, pues lo que hoy es ilegal mañana puede ser legal, como de echo ha sucedido en tantos casos. En cambio, nosotros los católicos si que creemos en la existencia del pecado; rechazamos ese concepto de tolerancia - que implica que no puede juzgar nada de lo que el prójimo haga y que debes aceptarlño todo como si fuera bueno, con tal de que no esté prohibido- y proclamamos en cambio nuestra fe en la misericodia. La Misericordia significa que el pecado existe y que no podemos tolerarlo y darlo por bueno, pero que, a la vez, estamos dispuestos a perdonar a quien los comente. La misericordia rechaza el pecado pero extiende la mano hacia el pecador; la tolerancia, en cambio, acepta el pecado prque niega su existencia y deja a quien lo comete a solas ante los resultados de su comportamiento, resultdos que inevitablemnte caerán sobre él porque, les guste o no, la realidad existe.

    En cuanto al tema de formación de esta semana, nos invita a meditar el Magnificat y, siguiendo la enseñanza de María, a confiar en Dios que no abandona nunca a los que se mantienen a su lado.

    ESTAMOS TODOS DE FIESTA CON LA NOTICIA DE  LA BEATIFICACIÓN DE JUA PABLO II EL PRÓXIMO 1 DE MAYO.  ES NUESTRO PAPA , EL PAPA DE NUESTRA VIDA, Y LA IGLESIA CON ESTA BEATIFICACIÓN CONFIRMA LO QUE TODOS NOSOTROS HEMOS SENTIDO: QUE ES UN SANTO Y QUE SU EJEMPLO Y SU MENSAJE SON UN CAMINO SEGURO PARA LA SANTIFICACIÓN.
   Os agradezco a todos vuestras oraciones por el éxito de la peregrinación a Tierra Santa. En cada uno de los santos lugares visitados os he tenido muy presentes, sobre todo rezando por aquelos que me habíais pedido oraciones o por aquelos que sabía que estaban sufriendo.

Que Dios os bendiga.
P. Santiago.       

PALABRA DE VIDA: CONTRA EL PECADO

   "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Jn 1,29 )

    Juan Bautista presenta a Jesús con un título y una misión que han servido después para identificar a Cristo a lo largo de los siglos. Le llama "Cordero de Dios", con todas las alusiones que lleva consigo ese apelativo y que anuncian ya, mucho antes del Viernes Santo, cuál será el final del Maestro. Y dice de Él que ha venido "a quitar el pecado del mundo".

    La definición de Juan no convienen olvidarla. No conviene perder de vista algo que lentamente tendemos a oscurecer: que Cristo es el Salvador, el Redentor, el Libertador de la humanidad. Y que esa liberación se ha echo mediante la lucha contra el pecado.

    Hay un pecado que podriamos llamar estructural, social, que tiene terribles consecuencias sobre multitudes. Pocas veces podemos hacer algo contra este pecado, pues casi todos nosotros somos demasiados pequeños. Hay otro pecado que nos cae más a mano y es el nuestro; contra ése sí podemos luchar . Y resulta que este pecado fastidia enormemente a los que nos rodean, haciéndoles con frecuencia la vida dificil e incluso imposible.

    Dejemos a Jesús que quite el pecado del mundo -el estructural y el personal- .
Colaboremos con Él luchando contra ambos pecados, con todas nuestras fuerzas. Por el bien nuestro y el del prójimo.
Própósito: Colaborar para que desaparezcan las injusticias sociales y la violencia, al menos con la oración. Quitar nuestros pecados con la confesión.

   Pide a María su ayuda para realizar este ejercicio.
   Dialoga con tu escuela de agradecimiento qué tipo de injusticias puede haber en tu hogar y trabajo y, que puedes hacer al respecto.

domingo, 9 de enero de 2011

Palabara de Vida: Bautismo el Señor.

Los Treinta Años del Carpintero.                                                    9 de Enero de 2011.

   "Apena se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el Cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una Paloma y se posaba sobre Él. Y vino una voz desde el cielo que decía: Éste es mi Hijo, el Amado, Mi Predilecto" (Mt 3, 16-17)


  Apenas unos días después de celebrar los misterios de la Navidad, la Iglesia propone a los cristianos la vida pública de Jesús. Vida pública que empieza no con el milagro de las bodas de Caná, sino con el Bautizmo del Señor en el Jordán. En muy poco tiempo, la Lituigia nos hace pasar de la cuna a la madurez, como en las películas. Esto tiene el inconveniente de que nos hace olvidar lo que constituyó la mayor parte de la vidra de Cristo: la etapa de Nazaret. De este modo se corre el riesgo de olvidar que Cristo, con toda la urgencia que tenia por salvar a la humanidad, estuvo treinta años "SIN HACER NADA". En realidad no es que no hiciera nada , pero vivió sin hacer milagros - al menos públicos-  y sin predicar. Era Dios y, por lo tanto,era Amor también en esa etapa, a pesar de lo cual se mantuvo en la oscuridad, dejando psar un tiempo que, a nuestros ojos,era precioso y que, seguramente, , le habríamos aconsejado que aprovechara de otro manera. 
  Pero como Dios es más sabio que nosotros, nos convienen  aprender de Él e intentar imitarle, también en algo tan paradójico como la vida oculta en Nazaret.  Imitar a Jesús en esa larga etapa de su existencia está, curiosamente, muy a nuestro alcance. Le imitamos, por ejemplo, cumpliendo bien nuestras obligaciones profecinales, cuidando de nuestra familia , siendo buenos ciudadanos, siendo buenos enfermos, buenos jubilados o buenos jóvenes. No está a nuestro alcance hacer milagros -aunque sí pedirlos-, pero si podemos vivir bien la vida normal y corriente que nos ha tocado vivir . También sin llamar la atención se puede ser Santo y hacer el bien. Como Jesús.

Propósito: Cumplir bien nuestro trabajo profecinal.
Atender a nuestras obligaciones con la Familia, con la sociedad. Ser conciente de que incluso lo rutinario puede hacerse por Amor y con Amor .