4, 32 5-8.
Hermanos: Sean buenos y comprensivos, y perdónense unos a otros, como Dios los perdonó, por medio de Cristo.
Imiten, pues, pues a Dios como hijos queridos. Vivan Amando como Cristo, que nos amó y se entrego por nosotros, como ofrenda y victima de fragancia agradable a Dios.
Que entre ustedes, como conviene a verdaderos Cristianos, no se hable de fornicación,inmoralidad o0 codicia; ni siquiera de indecencias, ni de conversasiones tontas o chistes groseros, pues son cosas que no están bien. En lugar de eso, den gracias a Dios. Tengan bien entendido que ningún lujurioso, inmoral o codicioso; que es lo mismo que decir idólatra, participará en el reino de Cristo y de Dios.
Que nadie los engañe con vanas razones, pues todas estas cosas atraen la ira de Dios sobre los rebeldes. Así pues, no se hagan cómplises de ellos. Porque en otro tiempo ustedes fueron tiniebla, pero ahora, unidos al Señor, son luz. Vivan, por lo tanto, como hijos de la luz.
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