Domingo XXIX : Insistir.
Jesús para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: "Había un juez en una ciudad que ni temia a Dios ni le importaban los hombres . En la misma ciudad hbía una Viuda que que solia ir a decirle: Hazme justicia frente mi adversario" ; por algún tiempo se negó, pero después se dijom : "Aunque ni temo a Dios, ni me importan los hombres, como esa Viuda me esta fastidiando, le haré justicia, no valla a acabar pegandome en la cara". Y el Señor respondió: "Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios ¿no hará justicia a sus elejidos que le gritan día y noche? ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra? (Lc 18. 1-8)
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